Fauna y flora, aquí y ahora: crónica del último bolo de La Excavadora por Jon Bustinza



Calados, pero con el estómago lleno, llegamos tarde al concierto de Catalina Grande, Piñón Pequeño, pero nos da tiempo a vivir el ritual de la cecina, disfrutar del espectáculo de David Verderón, o escuchar hits como "Los de la capi". La Excavadora empieza a las 22:45, con todo petao y la gente expectante. No cabe ni un alfiler. Sale primero el batería, con el móvil en una mano, las baquetas en la otra y con una máscara puesta. La tira al público. El Pela, de negro pero con botas rojas, se coloca la gorra del revés y calza gafas de sol.

"¿Quién manda aquí?", pregunta, y él mismo responde: "¡Mi fusil!" Y así comienzan con "¿Quién manda aquí?" Durante el punteo, Pela saluda: "¿Qué pasa, Gasteiz?" La segunda es "Mi novia y yo odiamos a la humanidad", y cuando canta lo de "estamos en la misma onda, y vamos a quemar esta ciudad", Pela añade: "el puto Gasteiz". Después de "La fábrica de gas", impresionan los coros pelados del público con "La canción sin nombre". Nos pide que tengamos cuidado con las fuerzas de seguridad y con la "Kimika". "Los once del Bulldozer" lo aprovecha para evitar lamentaciones: "No lloréis porque no haya La Excavadora. Siempre os quedará Fito y Fitipaldis. O Reincidentes." Tras "Mi carrera delictiva", viene "Perder el vicio" y en "Contra el suelo", Pela se lleva la mano al corazón y hace un gesto de amor al público, agitando la mano. La canción la dedica: "para todos los corazones rotos que ha dejado La Excavadora". "Animales" empieza con contundencia. En el punteo, el Pela se acerca al bajista, se miran y sonríen. Pide que se oiga bien cuando canta "Ceniza" y el pogo empieza antes incluso de la primera estrofa.

Antes de tocar "Grasa en el taller", Pela se preocupa por saber si alguien tiene que trabajar al día siguiente. Él dice que no, que es su santo: "Yo hoy no trabajo porque es mi santo. Es todos los santos, pero yo solo pienso en mí, así que es mi santo". Alain Díez, el batería, se levanta para abandonar el sitio. Pela se preocupa: "A ver, Alain, que se la ha acabado la pila". Y luego pregunta: ¿Cómo va el Real Madrid-Valencia?" Presentan a Pablo, un batería de Basauri que sale para hacer una colaboración. Al parecer, ha substituido antes a Alain Díez, en varios conciertos en los que éste no ha podido estar. Alain comenta que Pablo hasta se ha pagado la entrada. Pela, agradecido, pide que le devuelvan el favor: "Seguirle en el Instagram a Pablo y darle like a sus stories. El rock and roll ya no importa".

"Mala música" también va con dedicatoria: "Ésta para los 40 principales de Vitoria. Y para la cadena COPE". Luego viene "Quiero ver cómo sufren" y "La Excavadora". En el punteo de la segunda, Pela se cuelga el micro al cuello y le da vueltas como si de una soga se tratara.

A la hora de bolo, se van al backstage, sin decir nada. La gente silba tímidamente para que salgan. Bajo y batería vuelven al de dos minutos. El batería se acerca al micro y se da cuenta de que casi no llega por la altura: "Altua da el Pela de cojones", dice. Pela sale con una gorra roja estilo Hellacopters, pero dice que es del ejército indio. Dedican "Aún queda un sitio a donde huir" a Mikel Castells, diseñador de sonido, que hacía los disparos en La casa de papel. Pela explica que fue él quien le regaló esa gorra. Pela lanza una camiseta roja al público que alcanza un tío delante de mí. Antes, ya lanzó otra blanca. Llega la primera versión: "¿Una que os sepáis? Ésta no es de La Excavadora, pero casi". Y es "Esclavos del siglo XXI" de Gatillazo. Seguida va "Habrá pelea", después de anunciar que "va a haber unas ostias que flipas". El bajista hace las vocales.

Mientras levanta la cerveza, Pela grita "¡Osasuna, hijosdeputa!" y también "Israel asesina. Europa patrocina." Van a cantar "Futuro". Y se despiden: "Hau izan da la puta Excavadora", al acabar la canción. "Ahora y siempre, muerte al estado de Israel", añade, antes de volver a un nuevo estribillo desde el parón. "Nos vamos", repite, "eskerrik asko".

Ha sido una hora y veinte minutos de concierto, con muy buen sonido, destacando la voz de Pela y los detalles de Txiki a la guitarra. Se han quedado varias canciones sin tocar. Es momento de un merchan que se llena nada más terminar el bolo. 


Texto e imagen de Jon Bustinza

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