Calados, pero con el estómago lleno, llegamos tarde al concierto de Catalina Grande, Piñón Pequeño, pero nos da tiempo a vivir el ritual de la cecina, disfrutar del espectáculo de David Verderón, o escuchar hits como "Los de la capi". La Excavadora empieza a las 22:45, con todo petao y la gente expectante. No cabe ni un alfiler. Sale primero el batería, con el móvil en una mano, las baquetas en la otra y con una máscara puesta. La tira al público. El Pela, de negro pero con botas rojas, se coloca la gorra del revés y calza gafas de sol.
"¿Quién manda aquí?", pregunta, y él
mismo responde: "¡Mi fusil!" Y así comienzan con "¿Quién manda
aquí?" Durante el punteo, Pela saluda: "¿Qué pasa, Gasteiz?" La
segunda es "Mi novia y yo odiamos a la humanidad", y cuando canta lo
de "estamos en la misma onda, y vamos a quemar esta ciudad", Pela
añade: "el puto Gasteiz". Después de "La fábrica de gas",
impresionan los coros pelados del público con "La canción sin
nombre". Nos pide que tengamos cuidado con las fuerzas de seguridad y con
la "Kimika". "Los once del Bulldozer" lo aprovecha para
evitar lamentaciones: "No lloréis porque no haya La Excavadora. Siempre os
quedará Fito y Fitipaldis. O Reincidentes." Tras "Mi carrera delictiva",
viene "Perder el vicio" y en "Contra el suelo", Pela se
lleva la mano al corazón y hace un gesto de amor al público, agitando la mano.
La canción la dedica: "para todos los corazones rotos que ha dejado La
Excavadora". "Animales" empieza con contundencia. En el punteo,
el Pela se acerca al bajista, se miran y sonríen. Pide que se oiga bien cuando
canta "Ceniza" y el pogo empieza antes incluso de la primera estrofa.
Antes de tocar "Grasa en el taller",
Pela se preocupa por saber si alguien tiene que trabajar al día siguiente. Él
dice que no, que es su santo: "Yo hoy no trabajo porque es mi santo. Es
todos los santos, pero yo solo pienso en mí, así que es mi santo". Alain
Díez, el batería, se levanta para abandonar el sitio. Pela se preocupa: "A
ver, Alain, que se la ha acabado la pila". Y luego pregunta: ¿Cómo va el
Real Madrid-Valencia?" Presentan a Pablo, un batería de Basauri que sale
para hacer una colaboración. Al parecer, ha substituido antes a Alain Díez, en
varios conciertos en los que éste no ha podido estar. Alain comenta que Pablo
hasta se ha pagado la entrada. Pela, agradecido, pide que le devuelvan el
favor: "Seguirle en el Instagram a Pablo y darle like a sus stories. El
rock and roll ya no importa".
"Mala música" también va con
dedicatoria: "Ésta para los 40 principales de Vitoria. Y para la cadena
COPE". Luego viene "Quiero ver cómo sufren" y "La
Excavadora". En el punteo de la segunda, Pela se cuelga el micro al cuello
y le da vueltas como si de una soga se tratara.
A la hora de bolo, se van al backstage, sin
decir nada. La gente silba tímidamente para que salgan. Bajo y batería vuelven
al de dos minutos. El batería se acerca al micro y se da cuenta de que casi no
llega por la altura: "Altua da el Pela de cojones", dice. Pela sale
con una gorra roja estilo Hellacopters, pero dice que es del ejército indio.
Dedican "Aún queda un sitio a donde huir" a Mikel Castells, diseñador
de sonido, que hacía los disparos en La casa de papel. Pela explica que fue él
quien le regaló esa gorra. Pela lanza una camiseta roja al público que alcanza
un tío delante de mí. Antes, ya lanzó otra blanca. Llega la primera versión:
"¿Una que os sepáis? Ésta no es de La Excavadora, pero casi". Y es
"Esclavos del siglo XXI" de Gatillazo. Seguida va "Habrá
pelea", después de anunciar que "va a haber unas ostias que
flipas". El bajista hace las vocales.
Mientras levanta la cerveza, Pela grita
"¡Osasuna, hijosdeputa!" y también "Israel asesina. Europa
patrocina." Van a cantar "Futuro". Y se despiden: "Hau izan
da la puta Excavadora", al acabar la canción. "Ahora y siempre,
muerte al estado de Israel", añade, antes de volver a un nuevo estribillo
desde el parón. "Nos vamos", repite, "eskerrik asko".
Ha sido una hora y veinte minutos de
concierto, con muy buen sonido, destacando la voz de Pela y los detalles de
Txiki a la guitarra. Se han quedado varias canciones sin tocar. Es momento de
un merchan que se llena nada más terminar el bolo.
Texto e imagen de Jon Bustinza
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