Retrofiasco!!: Murder in the Barn de Murder in the Barn


Esa portada roja, con esos pies gigantes sobre la yerba rala se te queda grabada: ¿pasión?, ¿sangre? No sé qué querían evocar, pero atrapaba. Prometía: dentro tiene que haber algo, vamos a descubrirlo.

Estos tíos eran (son) de Palma de Mallorca, o de al lado. De allí dentro, por esas tierras areniscas llenas de sorpresas, todas buenas: Campos, Santanyí, Felanitx, Porreres... Cuando sacaron este disco se definían como trío: Miquel Nadal, Toni Monserrat y Tomeu Bono. Pero había un cuarto. Produjo el disco, y se escuchan sus guitarras y su mano en varias canciones: Simó Vall, quien también estuvo en BB sin Sed. Luego, detrás, echando un cable y poniendo sentido común, estaba Xim Barceló. 

Con este disco, cruzaron el Mediterráneo y triunfaron - todo es relativo - en la península. No tanto ahí, pero sí en la isla, su canción "Al sur de la carretera de Manacor" se convirtió en himno. 

Ellos lo grabaron en los Estudios Digitals en el verano de 1990, creo, pero no salió hasta 1991. El año en el que Los Manolos triunfaron en verano con su "All My Loving". Antes de eso, los españoles se compraron, sobre todo, el Boom 6. Héroes del Silencio sacó su Senderos de traición y Nirvana su Nevermind. Pero estos, si había que encajarlos en una categoría, estaban más cerca de La Frontera, Los Coyotes, unos Rebeldes que ese año sacaron Tiempo de Rock'n'rol, Dinamita pa' los pollos, quienes publicaron un par de sencillos en esos días, o incluso, si me apuras, Tennessee con su Llueve en mi corazón, también producto de aquel año en curso. 

De todas formas, estos eran más salvajes. El cowpunk corría por sus venas. Ese era, si me dejas que opine, su secreto. 

En el disco, tienen medios tiempos o canciones lentas, apoyadas en acústica, con un aire melancólico, como "Indian Summer", "Murder in the Barn" o "Dos corazones". Tienen otras más aceleradas, pero más ceñidas al género, como "Negra pasión" o "Death of Sin". Tienen ese guiño flamenco de "Dos cruces" o el hillbilly de "Polvo en el cristal", pero, sobre todo, tienen ese toque punkarra que se aprecia también en "Dos cruces" y que triunfa en "Niño asesino" o "Hay amores que apuntan". Ese ímpetu les acercaba más a Bottle Rockets, Beat Farmers y, sobre todo, a Jason & The Scorchers. Eso les hacía distintos a su manera. 

Luego estaban las historias que contaban, como mezclaban la cultura americana con lo local. Por cierto, el disco, curiosidad, se lo dedicaban a un escritor: "This work is dedicated to the memory of William Faulkner" y es verdad que hay historias de amor y desamor, mucha violencia, gratuita o no, personajes que parecen sacados de Yoknapatawpha, pero con aroma isleño más que sureño: un niño asesino, parejas en Nueva York, asesinatos -- que parecen raciales -- en el granero, memorias de amor que no acaban bien y esa historia que parece la predecesora de Lorena Bobbit, esa de un Rogelio Mejes que salió, en 1987, hasta en el periódico El País

Hoy en día, Toni Monserrat y Simó Vall, acompañados de otros músicos, siguen en pie con Toni Monserrat Inc, con dos discos ya terminados y camino del tercero. Siguen rondando la americana, como lo hicieron aquí, ahora más cerca de Tim Easton, Richmond Fontaine o los Blasters, siempre a un paso de Jason Ringenberg, sin olvidarse de que siguen pisando y viviendo en la tierra arenosa de la isla. 

En directo, si quieren, se acercan tanto a los Ramones como a Rank and File y ya toquen con banda completa o con Monserrat a solas, siguen siendo capaces de aparear lo americano con lo balear. 
 

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