Fiasco Review!!: No Brain de Los Wavy Gravies


 
Si eres asiduo, probablemente te los hayas cruzado alguna vez. Los Wavy Gravies llevan años en esto el tiempo suficiente como para que los reconozcas incluso a ciegas, a través de una niebla muy espesa. ¿Y qué es esto, Holden? Pues rock and roll, sin más. Y si quieres una definición más exacta, escúchate este disco de principio a fin. Es como un boletín del género. Es como un concursante de la ruleta gritando: "¡Resuelvo!" Ahí lo tienes y tenemos la suerte de que nos lo hayan publicado casi como para dejárnoslo de legado, para que lo imprimamos y nos lo pongamos de chuleta detrás de la funda de la calculadora, bajo el forro del diccionario de latín. 

Por otro lado, No Brain dice el título. Explícito. Tómatelo como quieras, pero a mí me parece que invitan a dejarse llevar, a abrazar lo que provoca, en realidad, el contenido. Dentro sigue el inglés, con títulos igual de explícitos y sucintos, que esconden, en realidad, píldoras, llamémoslo así, que así creo que lo llaman en el argot. Píldoras llenas de ese veneno inconsciente y alocado al que otros han llamado simplemente, y vuelvo a escribirlo, rock and roll. 

Me dejo de rodeos, aspiraciones de falso crítico, y malabarismos lingüísticos, y paso directamente a la confesión más arrebatada y cándida: hay temazos. Así, paladeando esta extraña palabra que repele y apetece al mismo tiempo. Lo repito: hay temazos. Es rock and roll, ya lo he dicho (lo sé), del que no se filtra; puro y artesano, como el mejor orujo y no hay que ser brujo para saber que, de pasada, estoy haciendo referencia a su origen. Pero, sí, insisto, si el disco fuera mina, lo que encuentras dentro es todo veta. "No Brain", "I (Walk) Like a Zombie" o "I Wanna Be a Cramp" son todo hierro. All-iron. Así que como cantaban en aquel cabaret de Bilbao: ¡alirón, alirón! 

De las once canciones que recogen, me lo permito, creo que no sobra ninguna. Y puedo añadir sin riesgo a equivocarme que, cuando las despachan en directo, se encumbran aún más. "Mr. Freeze", por ejemplo, suelta por el bosque del directo, se hace aún más silvestre y excitante. Cuando para la música para que se cante la línea es como una curva cerrada en una montaña suiza. "Little Boy Rock'n'Roll" tiene un arranque que parece que te acuna, que te va empujando hacia un espumoso mar de bruma. "I Ain't Got No Money" suena con grija de realidad, a que les puedes tocar, como si estuvieras delante de ellos en su local de ensayo. Yo creo que así debe sonar el rock and roll. Es mi triste opinión. Y podría seguir así con todas las canciones, haciéndome el ingenioso en una línea, pero mejor te dejo en la cama con la curiosidad como amante. En resumen, todas las canciones de este disco tienen recorrido e impacto.

Aún así, voy a hacer el ejercicio más estúpido que existe, que es elegir una de entre todas ellas. Si yo tuviera que hacerlo - que no tengo y aún así lo hago - me quedaría con "Two Minutes, No More," con ese riff cautivador, una melodía como ambrosía, de esas que se te dejan el regusto en el paladar, ganas de más, de volver a empezar casi antes de terminar. 

No Brain, entonces. Aunque cerebro tienen, ingenio han tenido que tener Los Wavy Gravies para alumbrar esto. Salió hace tiempo, pero, en el año en curso, así que procedía que lo contara. Lo sacaron, además, con ese sello que ya llevamos echando de menos varios meses y que sigue respondiendo al nombre de Family Spree Recordings. Creo que, si llamas, aún te abren la puerta.  


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