Rockanrola unibertsitatean

 

Foto cortesía de Bustintza Fotogintza

Creo que lo dijo el propio Ibai Landa, cantante de los Eh, Mertxe!, a la mitad del concierto: "Para una tarde de miércoles, ni tan mal," o algo parecido, que seguramente lo dijo en euskera, porque voy a ir traduciendo como pueda. Era la presentación de la canción que adornará la celebración, este año, del Araba euskaraz, y que le han encargado a los cuatro de Oion, que no lo son, porque luego explicarían que, aunque se conocieron en la ikastola del pueblo, dos de ellos son de otros rincones de la zona, pero creo que me estoy yendo por las ramas. Pongo orden: Eh, Mertxe!, en directo, un miércoles por la tarde, en versión corta que no llega a la hora, porque el Pabellón Universitario del campus de Álava cierra pronto. Eso sí, Ibai Landa empezó hablando en castellano: "Se hace saber..." Se puso a imitar al pregonero del pueblo mientras desplegaba la cuartilla con el repertorio como si fuera un bando municipal. Su sentido del humor y simpatía natural son igual de arrolladores sea cual sea el idioma que utilice. Puso, al final, la hoja en el suelo... y a por ello, a degüello, que lo suyo no es ponerle medida a la dosis. 

“Negociante” es la primera, para que los que no les conocen no tengan dudas desde entonces. Rock and roll impetuoso, con vetas melódicas. Esta estaba en su último disco, del que también harán, por ejemplo, "Qué más da" y "Lo sabes bien", antes de la cual, Ibai vacilará a la peña pidiéndoles que se muevan más, joder, que si no se parecen a los de Barakaldo, pero rápido dice que es broma, y se gira para saludarnos, obligándonos a devolvérselo con un gruñido. Siempre dando la nota discordante, la única que sabemos, que para eso nos trajimos de paseo desde el otro lado de la A-68 a un Monotonos como representante. 

No estoy yendo por orden, pero es que me ha salido así. Sí, hubo más de este disco, disco que, por cierto, les ha hecho dar un salto significativo y cualitativo, como se dice, con el que, además, parecen haber cogido carrerilla porque todo apunta a que siguen creciendo. Digo esto porque resolvieron sus antiguos temas con mucha soltura y poso, pero también porque, como explicaré luego, nos dejaron entrever, como por una ranura, un poco del maravilloso futuro que se nos avecina. 

Volvieron, por ejemplo, a lucirse con la acústica, sin perder energía, uniendo, como siempre hacen, "En la vid" con "Phantom Mover." Son capaces de pasar del taconeo al cabeceo, del barro al asfalto, sin que se pierda nada con el salto. Parece algo natural, tan natural como también es innato que salten entre idiomas, ya sea del castellano al inglés o con un euskera que profesaron en los parlamentos y que ganó peso en su repertorio del día. 

Lo hizo porque sonó “200 milatara” (egurre, Adri!, le gritaba Ibai a Adrián antes del solo), “Jakingo bazenu” (con habitual recuerdo para los que nos guiaron hacia esta enfermedad) o una "Bubaker Blues," que no recordábamos habérsela escuchado en directo y, si lo hicimos, lo siento, lo habíamos olvidado. No fueron las únicas canciones del repertorio en euskera. Por un lado, como no podía ser de otra manera, incluyeron la canción que habían estrenado ese día, "Mugaezina", un rock and roll efervescente y pegadizo, muy efectivo para reivindicar el uso del euskera y celebrar, como creo que hacen en la letra, el valor que tuvo y tiene la ikastola San Bizente para la educación y crecimiento de los jóvenes de la zona - y qué bien bailan y sonríen todos en el vídeo. Y, por el otro lado, la ranura por la que vimos algo que promete, y mucho. Sorprendieron con "Aitaren etxea," me parecen que dijeron: dos minutos concisos e intensos, llenos de furia contenida y con letra aquilatada, todo muy compacto, robusto y convincente. Con esta, anuncian nuevo trabajo, un epé que saldrá en breve con Folc Records. Visto lo visto, ya puedo darte mi opinión: va a ser una mierda. Y va a ser una mierda por una sola razón. Ya me estoy lamentando de lo corto que va a ser, sé que vamos a querer más. 

Le dan también al inglés, ya lo sabíamos. Así se retiraron, como ya lo hicieron la última vez que les vimos en directo, adaptando con buen pulso, que no es fácil, a Little Bob Story. Ese "Like Rock'n'Roll" les queda incendiario, lo que sirvió para dejarnos con los dientes largos más que colmados.

 

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