Fiasco Interview!!: Pomeray




En realidad, no se habían ido a ningún sitio, pero sonó a regreso cuando volvimos a escuchar su nombre. Los Pomeray anunciaron, por sorpresa, nuevo disco, reformas en plantilla y una primera presentación a la que asistimos y que resultó original, cercana y convincente, porque mostraron que siguen con las fuerzas intactas y que mantienen fresca su naturalidad, sencillez y compromiso. Así que cuando oímos que llegaba el día en el que por fin volverían a subirse a un escenario, se nos ocurrió llamarles y hacerles unas cuantas preguntas, que se corra la voz, que se entere todo el mundo, que nadie se pierda ese concierto de vuelta a lo que no se fue nunca. Por eso estamos aquí. 

 

Los bilbaínos Pomeray llevan en esto algo más de un par de lustros. Se estrenaron en formato disco hace como nueve años. Desde el principio, dejaron claro que no tenían reparos para investigar todos los rincones del rock and roll. Lo hacían además con buen pulso y mejor gusto, cuidando las letras, manteniéndose firmes en sus convicciones, sin hincar la rodilla ni dejarse cegar por los brillos fatuos. Con un directo arrollador, de esos que funcionan mejor en las distancias cortas. Y es que les gusta mancharse de barro y gritarte tan cerca que casi no hacen falta micros. Así fueron puliéndose una discografía que alcanza, con este último trabajo que defienden ahora, 20mg. (Kuanto Perro 2023), las cuatro referencias. Para hablar de todo eso y de lo que se tercie, como decía en el párrafo anterior y no debería repetir, les convocamos a una entrevista que contestan en plural, lo que recalca la unión, casi diría comunión si no sonase demasiado beato, que caracteriza a una banda, y esto sí que lo repito a conciencia, que no os podéis perder en directo. Luego, abajo, os cuentan ellos cómo evitarlo. 

 

Pomeray responde y yo copio y pego. Ahí va:

 

 

 

Primero, enhorabuena por el disco y por vuestro regreso a los escenarios. Vamos a empezar por ahí. Recordadnos cuándo volvéis, dónde y con quién. 

 

Eskerrik asko, sí, ya estamos de regreso y presentaremos el disco el sábado 9 de marzo* en la sala Rocket de Bilbao junto a The Diesel Dogs.

 

*Añado yo: el bolo está programado para las 7:30 de la tarde y puedes encontrar entradas anticipadas a 10 euros en wegow.com y a 13 en taquilla. 

 

Han pasado, más o menos, cinco, seis años desde que publicasteis Raro, vuestro anterior trabajo. Tampoco es que sea una barbaridad, pero ha podido hacerse largo. A vosotros, ¿qué os parece: ha sido mucho tiempo, poco, lo justo y necesario?

 

No nos puede la ansiedad a la hora de sacar discos, pero sí que fue un período demasiado largo. La pandemia detuvo el tiempo y trastocó los planes de todo el mundo, y los nuestros también.

 

Ha habido cambios en la banda, ¿verdad? 

 

Sí, durante el proceso de grabación Gontzal decidió dejar la banda y tuvimos que replantearnos el proyecto. Decidimos seguir adelante con el disco y al de poco tiempo Rambo se incorporó al grupo. Ya nos conocíamos hacía tiempo porque es guitarrista en The Cherry Boppers y habíamos compartido local durante unos años, por lo que todo fue muy fluido, tanto en el proceso de grabación como en los ensayos. 

 

Habladnos un poco de 20mg. ¿Qué hay dentro?

 

Nuestro lenguaje es el rock, es el soporte sobre el que depositamos nuestras miserias, esperanzas y compromisos. 20 mgnos representa en ese sentido porque refleja el pacto que tenemos con nosotros mismos y con el entorno que nos rodea, y a veces también asfixia. 

 

*Me explico: no tengo aún muy claro si el disco se titula 20.mg20 mg20mg, 20mg. o qué. Lo he visto escrito y se lo he visto escribir a ellos de mil formas. Da un poco igual. Lo que no es correcto son 60 mg, que lo he visto por ahí. A ver si manipulando la dosis vamos a armarla, tú. Siempre hay que hacer caso a la posología. 

 

El corte que elegisteis de lanzamiento fue “Loca.” ¿Por qué?

 

Nos parecía representativo de lo que es la temática del disco. Fue escrita durante el encierro y pensamos que era la más atractiva al primer golpe, a la primera escucha. Es viva y contundente.

 

Y lo sacasteis acompañándolo de un vídeo. ¿Cómo fue esa experiencia?

 

Cojonuda. Le presentamos la idea a Luis Vil, que, como buen hiperactivo declarado, después de la primera charla telefónica ya tenía la escaleta en la cabeza. Laura López, que es una cantante de otro planeta, aceptó ser la prota y nos puso a todos del revés con su arte en la barra de pole dance. Todos los implicados aportaron y durante las birras post-rodaje, Josean, que toca la batería en El Capitán Elefante y es el fiel escudero de Luis Vil en gran parte de sus artefactos, se acercó a tomar una y ahora es parte de la banda en las teclas. Así de rápido. Ahora somos un quinteto.

 

Antes de esta presentación en directo, ya hicisteis otra, más original e íntima, diría, si me permitís opinar.

 

Sí. Las buenas rachas, cuando son intensas, duran poco y un accidente detuvo, de nuevo, el pulso. Teníamos fecha para la presentación en directo de 20 mg., pero tuvimos que suspenderla. Aun así, le propusimos a Dani (The Daltonics) hacer una presentación-escucha en su bar (Rock and Ron) y nos acogió con los brazos abiertos. Fue un evento íntimo al que acudió gente muy cercana y querida con la que compartimos anécdotas, risas, tragos y música.

 

20mg. contiene seis cortes, que, de alguna manera, mantienen la identidad de la banda, pero yo percibo nuevos matices. ¿Cuál era vuestro planteamiento cuando decidisteis grabar?

 

A nivel musical, hemos jugado con afinaciones distintas a las que habíamos usado hasta entonces, pero, a nivel creativo, no seguimos una pauta consciente. Cualquier matiz diferenciador respecto a otros trabajos no es intencionado, porque durante el proceso creativo hay una fuerza que nadie sabe cómo llamarla, que todo creador intuye pero no controla. Esa extraña inercia.

 

Lo sacáis en formato EP de seis canciones, en vinilo, ¿por qué?

 

Porque nos decían que hoy en día no tiene sentido sacar música en formato físico. No hay mejor argumento para sacar un vinilo.

 

Si no me confundo, habéis abrazado el DIY completamente, grabando el disco en vuestro local de ensayo. 

 

Sí, el encierro nos dejó a dos velas, no teníamos plata suficiente para el estudio y asumimos el riesgo de grabarlo nosotros. Mucho ensayo-error, mucha incertidumbre, pero al final pudimos celebrarlo.

 

Hablemos un poco de las letras, sobre todo de los muchos temas que abarcáis, siempre de manera elaborada y con una mirada crítica. No sé si vosotros lo veis así. 

 

No entendemos el rock si no está comprometido con la realidad, las alegrías y el sufrimiento que nos rodea; pero, a la vez, el que escribe trata de alejarse innegociablemente de su personaje, y, aunque a veces escriba en primera persona, no quiere ser protagonista de su propia canción, prefiere tomar distancia y dejarla huérfana. En 20 mg nos fijamos en los que por avanzar contra corriente son tildados de “Loca”, en los huérfanos de referentes, en los que miran atrás tratando de reencontrarse, en el culto a la obediencia, en los que depositan su autoestima en las redes sociales y en la tortura como bajeza moral definitiva. 

 

Son ya más de diez años desde que dejasteis de aparcar bicis en el espacio y aquí seguís, siendo uno de los secretos mejor guardados de la escena bilbaína. ¿Cómo veis el presente y el futuro de la banda?

 

El espacio era un lugar acogedor en el que todavía quedaban muchas primaveras por fundar, pero decidimos bajar al barrio, a casa. Disfrutamos del presente casi siempre, y siempre nos ha ido mejor sin pensar demasiado en el futuro.

 

Me voy a tirar el largo y me vais a dejar que me ponga un poco intenso. Ahora que regresáis a los escenarios y al mercado, cinco años más tarde, tras una pandemia y con muchos cambios en la escena local y en el negocio musical, ¿qué os habéis encontrado?, ¿como músicos y como aficionados, cuál es vuestra opinión sobre la situación general de la música rock y de la escena local? 

 

La escena musical en Euskal Herria es apasionante, hay de todo y para todos. Lo del mercado, la industria, las promos y esas mandangas nos vienen un poco grandes, nuestro ecosistema son las salas de conciertos y el local de ensayo, el resto, para los entendidos.

 

Pues, un placer. Muchas gracias por responder a todas las preguntas y, para cerrar, os brindo la oportunidad de animar a la peña para que vaya a la sala Rocket el próximo 9 de marzo.

 

Tanto tiempo sin tocar ha generado una combustión interna que ansiamos liberar el 9 de Marzo en la sala Rocket junto a The Diesel Dogs. Todo apunta a una explosión devastadora.

 

 

Devastadora será, seguro. No puedo terminar sin mencionar a los The Diesel Dogs que acompañarán a los bilbaínos en su regreso a los escenarios este próximo 9 de marzo. Los madrileños llevan casi 20 años en esto, dándole al rock and roll, el glam, el high energy o el punk-rock y suben al norte para presentar su nuevo trabajo, publicado a finales del año pasado con Ghost Highway Recordings. 

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