Un refugio para el lobo

Foto cortesía de Andrés Partal, que estaba en primera fila.

 

El sábado por la mañana, y permitidme que vaya al grano, hubo sesión vermú en el Shelter, que, si no lo conoces, te lo cuento, es un local con aroma y hechuras de refugio en el Gorbea, donde parece que se han propuesto amenizar los mediodías del fin de semana de esta manera. No está en el Gorbea, por supuesto, aunque hace mucho frío en ese recoveco de la calle Iturribide donde, cuando yo era un crío, parecía que se detenía el mundo y se concentraban todas las posibilidades. Ya no está el Kubil, un poco antes, ni muchos otros, pero son tantos o más los que siguen intentándolo y, entre ellos, el ya mencionado Shelter. Hay más propuestas para los próximos días, ya queda bajo tu responsabilidad enterarte y asistir si te parece buena idea. 

A nosotros nos lo pareció el sábado pasado porque desde las Islas Baleares llegaba un "one wolf band" o lobo orquesta al que ya habíamos visto antes un par de veces y sabíamos que no iba a defraudar. Hombre Lobo Internacional siempre aúlla rock del bueno y primigenio, de cosecha propia y ajena, con lo que cuando arrancó con su ya insigne "Are You Ready to Rock?" puede que no le contestáramos con el debido entusiasmo, pero sí, lo estábamos. Y, como nosotros, un par de docenas (o más, no sé) de personas que se reunieron allí dentro con el mismo interés, entiendo. 

Salió a escena combinando amarillo y negro en su vestimenta, que iba a juego con el color de las paredes ciclópeas. Saludó, alzó la cerveza, se sentó porque si no no hay manera de que toque batería y guitarra al mismo tiempo, por supuesto, y le llevó un rato ajustar el equipo. No había prisa, que luego todo saldría del tirón y el bolo se haría hasta corto.

El resto te lo resumo muy rápido y esta vez la rapidez va en mi debe porque entiendo que es el trabajo de alguien que se supone cronista tener el conocimiento y pericia suficientes como para enterarse del repertorio y luego contarte qué canciones se escucharon, además de otros detalles. Pero yo, no. Esta vez, no. Ni tuve conocimiento, pocas veces lo tengo, y menos aún pericia, que no sé ni qué es, pero sí que lo descubrió Alexander Fleming, fíjate cómo voy. También te digo que no me arrepiento. Me dediqué a embuchar la Moretti, a disfrutar con mi compañera, a tener una mañana de sábado libre, sin notas ni chorradas, solo música y buena compañía. Eso sí, en el arranque, disfruté (y reconocí) "You Better Listen to Me, Baby", donde se le atragantan las palabras al lobo en el pliegue de la dentadura, que parece a veces que habla un inglés perfecto pero con la boca llena de mantecados de Antequera, y es que no debe ser fácil cantar a través de la careta que le otorga la identidad postiza de su alter ego, aunque ya le haya pillado callo al orificio para meter el morro del botellín, eso sí. 

Anunció "new song", y creo que dijo que estaba "out of tune, out of mind", pero no sonó así, y sí creo que reconocí, porque algún video ya hay colgado por ahí, "Nothing on the Table", con ese estribillo en el que el lobo dice que tiene hambre, así que ya puedes tener cuidado si quieres cruzar el bosque solo, con una caperuza roja. 

En el repertorio prestado, por supuesto, anunció que llegaba el momento de Johnny Cash y Woody Guthrie y a ambos los homenajeó trayéndoselos a su territorio, haciéndolos más terrosos y primitivos. De las dos, nos quedamos con el "Do Re Mi" de Guthrie, aunque él lo celebró después de Johnny Cash, levantando su cerveza y gritando con nosotros: "Salut!" "Y forza al canut", murmuró uno que tenía cerca, pero se arrepintió cuando vio que ninguno de sus colegas le reía la gracia. Hubo más, claro, porque llegó el tramo Ramones, que, por lo bajini, que se dice, le dije yo a mi compañera, "qué le pasa a los de Mallorca con los Ramones", porque tanto a Hombre Lobo Internacional como a Toni Monserrat les hemos escuchado siempre en directo alguna versión de los de Nueva York. Su respuesta fue rotunda y cierta: "Que son los Ramones". Y más rotundo fue el momento Gran Manzana, porque luego Hombre Lobo Internacional se animó a hacer el "(Theme from) New York, New York" de Frank Sinatra, que nadie en la sala dejó de bailar, hasta sentados, y de tararear, aunque fuera en sordina. 

La última, si mal no recuerdo, también es un clásico en su repertorio. Se fue diciendo adiós con el "Shout" de los Isley Brothers. 

No sé si queda bonito aprovechar esta entrada para lo que voy a hacer ahora, pero yo lo he visto oportuno y aprovechable. 

Hace más de un lustro ya, el epé de Hombre Lobo Internacional Thank Lord!!! se convirtió en el FSR001. Es decir, la primera referencia de un sello que nacía en Madrid de la mano de alguien que decía llamarse Tony DevilDog, aunque imagino que con un grupo de trabajo detrás: Family Spree Recordings. Aquello fue, según la fecha del bandcamp, el 11 de febrero de 2017. En un puñado de días, se cumplirán siete años. Y, en estos siete años, del FSR001 se han ido hasta el FSR158. No te voy a sacar las cuentas, pero creo que es evidente que se trata de un frenesí de producción musical que hemos agradecido aquellos a los que nos gusta la música que podríamos reunir bajo la flexible etiqueta de rock and roll. Hace unos pocos días, Tony anunciaba que el proyecto bajaba la persiana. Y nos quedamos sin palabras. Y sigo sin tenerlas, pero voy a escribir esto a bote pronto: siete años más magníficos aún que Yul Brynner y sus compinches, tío. Que te quiten lo bailao y muchas gracias por todo. En el bolo del sábado pasado, y mientras Hombre Lobo Internacional gritaba como un loco, levanté tímidamente mi cerveza sin que nadie me viera y brindé mientras me imaginaba al capo en primera fila, moviendo la cabeza a espasmos, como siempre ha hecho y seguirá haciendo. Salut!

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