Fiasco Review!!: Death Punk All Stars de TurboFvckers

 


Siempre se han movido por ahí, ¿no? Por los territorios del punk-rock, digo. A veces, más cerca de la frontera del glam; otras veces, hasta los dominios del hardcore. A veces más sórdidos ("sleazy"), otras veces más sucios ("dirty"), pero siempre revolviéndole la melena al rock, barajando las etiquetas del punk. 

Yo así los recordaba, porque hacía tiempo que no me acercaba a ellos, y no porque den miedo, que conste. Los recordaba en formato trío y ahora podrían salir de inicio en un partido del All-Star (guiño al título, sí; muy fácil, lo sé). Es lo primero que me sorprendió, ver a tanta gente en los créditos. Cambiaron de batería, sumaron una segunda guitarra y han añadido teclados. Se podrán decir muchas cosas de ellos, pero solo una está clara: quietos no están. Siempre andan buscando, probando, experimentando, intentando mejorar o innovar, me imagino. Luego, digo yo, te podrá gustar más o menos, pero eso te puede pasar con el elenco entero de estrellas del punk. Muertos o vivos (otro guiño, claro). 

Sí, de esos mismos hablo, de los TurboFvckers. Y de su último disco, Death Punk All Stars. Mira, en eso, no han cambiado: siguen con los títulos en inglés, que les gusta lo del spanglish más aún que la sombra de ojos. Y hay otra cosa en la que tampoco han cambiado: el universo lírico (las letras, vamos, quiero decir), que sigue siendo el mismo. Les puede salir el nervio, la rabia, la bilis y hasta la trascendencia vital, pero no te van a sonar panfletarios ni sindicalistas. Su rollo sigue siendo cantarle a alguna femme fatale, a la calle, la noche, las resacas y las matracas que no consigues quitarte de la cabeza. No les falta épica. De la de barrio, claro. Bueno, hay una última cosa que siguen teniendo, y que habrán tenido siempre, digo yo: fe en lo que hacen. De eso, no les falta. No salen al escenario ni entran en el estudio de grabación para hacer el paripé o temblándoles el pulso. Y eso, en este disco, se nota más que nunca. 

Pues eso: siete temas y una intro. Todo grabado en Pookah Sound Studio de la mano de Mikel Biffs. O más bien, según he oído, regrabado, que es otra prueba de lo que decía antes, que estos no reparan en esfuerzo y ganas de currar.  Lo tenían grabado, pero lo volvieron a hacer para retener bien el estilo de la batera que estrenaban y del teclista que pasaba ya a ser miembro oficial. Grabado de nuevo, lo sacaron hace unos meses de la mano de Guns of Brixton, Snap!! Records y Bad Death Records. Si lo quieres oír, vas a necesitar un ordenador o un plato. Creo que, por ahora, no lo tienen en cedé. 

En general, lo que destaca en este disco es lo que han ganado en número, que también suma en calidad. La segunda guitarra y la superposición de los teclados se notan. Han ganado también en estructuras y matices. Las canciones parecen más complejas y macizas. Se nota ya en la canción que da título al disco, "Death Punk All Stars", con los teclados dando lustre y la batería avivando bien la tormenta. También se nota en "Donde nada importa" y no tanto por la participación de Sensei de Superalfa! que también. Tiene un estribillo largo y coreado, pero destaca, sobre todo, el trabajo en las cajas y cómo repujan las teclas el cuero de las guitarras. "Los ojos del diablo" también tiene una coloración distinta, hasta en las partes vocales, y les sienta bien. Las guitarras superpuestas en "La última (en tu casa)" giran un poco más la tuerca en este nuevo disco y se aprecia el calado que han ganado sus canciones. "B Stock Babies", repitiendo palabras claves desde la entrada, marca de la casa, como la vena infartada desde la primera estrofa, sigue con firmeza lo que ya habían hecho antes. Luego tienen un guiño al  rock and roll clásico, que gana homenaje en "Sexmachine", con un ritmo que engatusa. Y "Chica destrucción" probablemente, me atrevo a apostar, sea la preferida de los que ya les conocían porque tiene lo que ya tenían antes (la letra explícita, la bruma de guitarras desde el comienzo y estribillos entre tanta Gibson) pero con más celo en la rítmica y en las armonías.

Voy a escribir una de esas frases juiciosas y firmes que no escribo nunca: un paso firme hacia adelante, sí. Oigo hoy mismo que va a volver a haber cambios en el quinteto. Ya los ha habido antes y, como decía al principio, han seguido y siguen ahí. Lo único que está claro es que el título del próximo será en inglés (jeje) pero, por lo demás, quién sabe qué se les ocurrirá ahora.


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