En lugar de serrín, un sinfín de confeti


 

Serrín se podía esperar, porque es lo que algunos tenemos dentro de la cabeza y porque salieron armados con una motosierra amarilla. El cantante, durante el tiempo de ese único concierto, fue capaz de trocarse en una especie de Leatherface, un Jason Ringenberg de la llanada, un doctor de cabecera y una cabaretera con boa verde. No sé cuántas veces cambió de gafas. Cuando salió armado del baño de las chicas con su motosierra eléctrica, repito, se podía esperar que viéramos virutas y serrín volar y contaminar el ambiente ya de por sí cargado, pero lo que vimos fue una tormenta de pedacitos de papel colorido, un sinfín de confeti. 

Con la banda ya sobre el escenario, sube sin careta ni motosierra el que faltaba, el vocalista, y arrancan fuerte con "Para no pensar". Se tocan el disco entero (su último y primero, puedes leer lo que opinaba hace unos días por ahí abajo), pero cambian el orden de las canciones y funciona. Creo que meten alguna nueva y hacen una buena colección de versiones que intercalan de principio a fin. Creo que van por la cuarta del repertorio cuando se hacen "Autosuficiencia" de Parálisis Permanente. Y un poco más adelante, volverán a la oscuridad de los 80 (que tan bien les queda a ellos también en su material original) con una sorprendente versión de los Zoquillos, creo que "Atrapado en la telaraña", pero puede que me equivoque. Ya, al final, se despiden con doblete y guiño al territorio incluido. Primero, adapta al castellano el "Ever Fallen in Love" de Buzzcocks. Y, para cerrar, vuelta al serrín que no hay y al poco confeti que queda, porque nos vamos al aserradero, donde este se ha cortado un dedo, y cierran con versión de los Dinamita pa' los pollos, el "Billy Joe" que la gente corea a gusto y el cantante se calza un sombrero vaquero para el momento. Por supuesto, también cayó el "Sedado" que ya han dejado grabado en su disco, y que todos sabemos que es su versión del "I Wanna Be Sedated" de Ramones. 

Y es que... ahora que lo pienso, más o menos, ya te lo he dicho todo. El gozo y el sudor de los que iban saliendo del Cuervo, buscando aliento y brisa, decía el resto. Tengo más notas en el móvil, también te digo. Hay algo apuntado sobre que el batería se secó la cabeza con una toalla y luego la lanzó al público, pongo por ahí que el cantante tocó pandereta y maracas y su propio pecho como percusión, que se disfrazó, como ya he contado, de médico, para cantar otra canción que también fue versión porque pertenecía a Látex, banda de la que vienen alguno de ellos, y que según el guitarrista hablaba del "derecho a morir dignamente" y que más confeti al aire leo en mis notas, leo que anoté que sacaron el cañón de confeti con "Silban las balas", uno de los temas más aplaudidos, donde los estribillos se espesan y alguno se reía en medio de la lluvia porque sabía que no le iba a tocar barrer aquello (por cierto, barrieron ellos, me contaron, un detalle que les dignifica), y también tengo apuntado que moló "Nada", abierta con redoble y sí, sí, veneno para mí, y que punk que pam que rock que boom que sonó todo bien y alto y sin grietas como un tronco lignificado a punto de ser serrado por la Motosierra Diésel y por fin te digo el nombre de la banda.  

La última nota que tengo guardada (que sí, tomo notas, llámame cutre si quieres, pero cualquiera se acuerda de todo lo que veo o creo que veo) es una pregunta de física que no sé cómo responder:

¿Levitación acústica o levitación aerodinámica?

Al día siguiente, es decir ayer, en otro bolo, hubo uno que aún se encontraba pedazos en la ropa. Te salía el confeti del ombligo, de cualquier orificio. Aquel día, se morían en la boca porque se colaban en el fondo del botellín, pero era otra la pregunta. ¿Levitación acústica o levitación aerodinámica? Y es que se produjo una de esas maravillas de la física que seguro que tienen explicación, pero yo fui de letras puras, griego y latín en la selectividad, así que no me preguntes. Se quedaban los pedazos de confeti suspendidos en el aire, en un caso, girando sobre sí mismos, titilando al son de la música, como si levitaran sobre las ondas acústicas. Uno, a la altura del monitor, allí se quedó, quieto, quién sabe si para siempre. Igual voy hoy y ahí sigue. Sigue tú a los Motosierra Diésel si te gusta el rock, que es lo que hacen y lo hacen bien, leña buena para calentar fogones y mesones enteros. 


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