Tinto de Fiasco!!: Wait Long By The River and The Bodies Of Your Enemies Will Float By de The Drones


Cabecera: Vamos a hacer el agosto con la nostalgia más impúdica. Salimos huyendo tan rápido de la rutina que nos trajimos solo de depósito el disco duro del portátil. Así que nos vamos a pasar el verano escuchando música que podríamos llamar antigua, subjetiva y objetivamente. Y en un ejercicio de reciclaje patético, vamos a mantener el chiringuito abierto hablando brevemente (nunca más de 30 líneas) de discos que en su día machacamos y que hacía mucho tiempo que no oíamos. Se nos verán las vergüenzas, pero a quién le importa en esta época de verbenas y barbacoas, ¿no? De etiqueta aglutinadora, un chiste malo marca de la casa pero refrescante: Tinto de Fiasco!!

Nunca he visto en directo a The Drones. Lo digo para ver si así algún día se cumple. A los Tropical Fuck Storm, sí, y a ver si podemos volver a verlos pronto otra vez. Pero a The Drones, no. Y lo repito, para ver si así algún día se cumple por partida doble. 

Lo sé, están en un largo hiato desde 2016, pero no pierdo la esperanza. 

Creo que les descubrí con The Miller's Daughter, pero el primer disco que escuché a conciencia y con detenimiento fue este de título largo e inquietante (lo tenéis arriba y en la imagen, no voy a volver a escribirlo que no me sobran las líneas). No fui el único, lo sé. Fue el disco que les dio algo de popularidad. Ha acabado siempre en las listas de lo mejor que se ha hecho en su país y cosas así. A mí me parece lo que es, lo que dijo Gareth Liddiard que era, un disco de punk-rock, oscuro a veces, oscilante, multiclímax y bien escrito. Liddiard ya ha sido vanagloriado como letrista, así que no voy yo a repetir lo que ya se ha dicho. 

Con el espíritu arqueológico de este verano, he vuelto al disco para escucharlo entero. Porque os podéis hacer a la idea de que, con el paso del tiempo, cuando van entrando nuevos inquilinos, y tienes que dedicarles tiempo, a veces reduces los discos a uno o dos temas, a los que vuelves como el marinero busca el faro en la cercanía de la costa, y, en esas cosas, la he elegida no podía ser otra que "Shark Fin Blues". Si los propios australianos, que mira que no tienen donde elegir, apuntaron que esta era una de las mejores canciones que se habían escrito nunca en el rock de su país, pues que voy a decir yo. Así que luego la busco en el YouTube y la cuelgo aquí. Y disfrutad. De Liddiard sentado en el pantalán y como acaba metido en un viaje entre el mito y la realidad. 

Pero el resto del disco se sostenía por si solo, a la deriva y en singladura. Canciones llenas de atmósferas, que no sé lo que quiero decir con eso pero lo digo, que rozaban o superaban los siete minutos, repletas de versos como tormentos expiados. Pequeñas joyas de la distorsión como "Baby" o esa hipnótica "You Really Don't Care" con frases tan contundentes como "You talk about soul when you mean ego" y ese final espinoso y lleno de turbulencias tan propio de ellos. 

Aún no los he visto en directo, pero no pierdo la esperanza de bailar un día entre tiburones. Puede que en lo que queda de mes no pinche una canción mejor que esta, o sí:


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