Cabecera: Vamos a hacer el agosto con la nostalgia más impúdica. Salimos huyendo tan rápido de la rutina que nos trajimos solo de depósito el disco duro del portátil. Así que nos vamos a pasar el verano escuchando música que podríamos llamar antigua, subjetiva y objetivamente. Y en un ejercicio de reciclaje patético, vamos a mantener el chiringuito abierto hablando brevemente (nunca más de 30 líneas) de discos que en su día machacamos y que hacía mucho tiempo que no oíamos. Se nos verán las vergüenzas, pero a quién le importa en esta época de verbenas y barbacoas, ¿no? De etiqueta aglutinadora, un chiste malo marca de la casa pero refrescante: Tinto de Fiasco!!
Igual no es muy educado lo que hago, pero no puedo evitarlo. Barry Tashian también compuso, por supuesto, y The Remains tuvieron sus propias composiciones que podrían haber sido elegidas para lucirlos en esta entrada, pero no, yo elijo una versión, que también las tenían buenas.
Eso dicen las crónicas y lo que se cuenta de ellos, porque aunque llegaron (y no sé si aún lo hacen) a tocar en directo en este siglo, yo no he tenido la oportunidad de verlos. Pero los que escriben con conocimiento han contado que su directo era arrollador y que se les daban tan bien las versiones como los originales.
Yo, por supuesto, llegué tarde, y llegué, en parte, gracias a esa máquina de la arqueología musical que es Lenny Kaye, guitarrista en la actualidad de Patti Smith, además de contener en su currículo muchos otros logros, a quien se le ocurrió aquello de los Nuggets y así nos descubrió muchos grupos de garage y psicodelia a los que no teníamos ni puta idea.
Dicho esto, volvemos al disco que estamos consumiendo en estos días de vacaciones, y no es otro que el A Session with The Remains que, al parecer, fue una versión mejorada del Live in Boston. El disco, por cierto, no es en directo ni se grabó en Boston. Y no me preguntes por qué le pusieron ese título a la primera versión cuando, en realidad, se trataba de una grabación en directo en los estudios de Capitol Records en Nueva York. Creo que se grabó a mediados de los años 60 del siglo pasado, y contenía un original de la banda más versiones de Bob Dylan, Chuck Berry o The Kinks entre otros. Y entre los otros, la que yo siempre suelo elegir para darle otra vez al play cuando llega al final, porque no puedo evitar que su versión de algo más de cinco minutos del "I'm a Man" de Bo Diddley me trague como un vórtice.
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