Tinto de Fiasco!!: Half Smiles of the Decomposed de Guided by Voices




Cabecera: Vamos a hacer el agosto con la nostalgia más impúdica. Salimos huyendo tan rápido de la rutina que nos trajimos solo de depósito el disco duro del portátil. Así que nos vamos a pasar el verano escuchando música que podríamos llamar antigua, subjetiva y objetivamente. Y en un ejercicio de reciclaje patético, vamos a mantener el chiringuito abierto hablando brevemente (nunca más de 30 líneas) de discos que en su día machacamos y que hacía mucho tiempo que no oíamos. Se nos verán las vergüenzas, pero a quién le importa en esta época de verbenas y barbacoas, ¿no? De etiqueta aglutinadora, un chiste malo marca de la casa pero refrescante: Tinto de Fiasco!!

No diría que llegué a ser uno de esos fans que incluso guardaban un día específico del año para venerar a Guided By Voices, pero sí, yo también me obsesioné con Robert Pollard. 

Me ponía nervioso el número de discos y grabaciones que podían editar. Era imposible llevar la cuenta. Creo que han publicado como 35 discos. Y hablo solo de álbumes. Este, Half Smiles of the Decomposed es uno, el que se suponía que iba a ser el último, y donde ya no quedaba nadie del lineup original. Pollard dijo en 2004, después de sacar esto, que se acababa. Pero volvieron en 2010 y luego en 2016 y siguieron publicando más álbumes. 

Pollard siempre estuvo ahí, escribiendo canciones como churros, a veces extremadamente cortas, cortadas de manera abrupta, repletas de sonidos y voces particulares. La etapa lo-fi de finales de los 90, con la agrupación original de Dayton, y la leyenda de los chavales que se reunían en un garaje o donde fuera y grababan canciones en un cuatro pistas como si no hubiera un mañana. Esa etapa, casi ya leyenda, fue la que a mí me engatusó, como a miles de decenas de fans, que eso, estando tan lejos de Ohio, yo no lo sabía. El "Game of Pricks" y álbumes como Under the Bushes Under the Stars o Do the Collapse: fuzz, melodías, sonido lo-fi, pop británico, punk y post-punk... Esa etapa también fue la mía. 

Pero me compré este disco en San Francisco, en la cuarta planta del Rasputin del centro, el de la Calle Powell. De todo lo que tenían en las cubetas, elegí esto. ¿Por qué? No lo sé. 

Y de todas las canciones en el disco, que eran más de una docena, voy a elegir la primera. Igual mañana hubiera elegido "Closets of Henry"; y, al día siguiente, la última, "Huffman Prairie Flying Field"; hubiera sido fácil elegir las más cortas e inmediatas, como "Girls of Wild Strawberries"; o la inquietante "Sleep Over Jack"; pero la elegida final para ilustrar todo esto es "Everyone Thinks I'm a Raincloud (When I'm Not Looking)" porque el inicio tenía algo que cuando sonaba creaba expectación y promesa. Porque me habré enredado en esas guitarras cientos de veces. Porque había que elegir una, por supuesto. 






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