Raro es la palabra, Karmengo jaiak.


La palabra es raro, sí. Es un poco manida, pero sí. Raro. No voy a repetir los fáciles titulares de prensa que comenzaron con los San Fermines y se pueden aplicar a cualquier fiesta patronal, pero sí, vuelven las fiestas populares, las txoznas, los conciertos en escenarios de mecanotubo y la música en los bares. Pero no está El Tubo. Ayer me encontré con uno de los apandadores que lo regentaba e I le preguntó a I: "¿Cuántas veces le han preguntado que si no va a abrir el bar? La segunda I dijo que sí con la cabeza y contestó: "Desde que estoy yo aquí, como cuatro o cinco veces." Yo mismo, cuando vino a saludarme, le pregunté: "¿Qué? ¿Qué hay luego en el Tubo?"

Raro. Me vais a perdonar. Hay hosteleros haciendo cosas, manteniendo cierto empeño por que la música vuelva a apoderarse de las calles y del interior de sus locales aunque sea por una semana y que se nos olviden estos dos años y volvamos a lo que teníamos antes. Probablemente, merecían que recuperáramos la costumbre que en su día tuvo este blog para anticiparlo, ordenarlo y publicitarlo aquí. Yo creo que se convirtió en algo especial, si se me permite decirlo. Me acuerdo de aquel día de fiestas en el que me encontré a dos chavales que no conocía de nada con una captura de imagen de un cartel cutre que yo mismo había hecho con el powerpoint, mirando y decidiendo a qué bar iban a ir luego para seguir viendo música en directo. Impagable. Qué quieres que te diga, me dio la risa tonta. Se convirtió en algo especial, ¿no? Aquello del FestiBar, quiero decir. Y a lo que iba: quizás debería haberlo recuperado para este año, que vuelven las fiestas populares, las txoznas, los conciertos en escenarios de mecanotubo y la música en los bares. Pero raro, sí. La palabra es raro. Y hay que ser también sincero y consecuente, y si no te sientes como para hacerlo, pues no lo haces. 

Y no lo hago. No voy a hacer aquellos carteles, listados, los nombres en negrita, capturas de los carteles, la noche antes pegado al móvil esperando que Kalbo me mandara en primicia el cartel de los bolos de El Tubo, los comentarios y mensajes que llegaban de peña que me decía que me había olvidado uno, las llamadas a otros para preguntar si sabían si aquel iba a hacerlos en su bar, bla bla bla. Eso no. No voy a llegar hasta ahí. Pero, al menos, un breve listado, sí, ¿verdad? Anunciaros que hay bolos en algunos bares y animaros para que os acerquéis, que vayamos poco a poco recuperando aquellas buenas costumbres, con mutaciones o sin ellas, y, quién sabe, quizás el año que viene recuperamos el FestiBar, Kalbo la vuelve a armar o puede que incluso ocurran cosas aún mejores, si se puede, ¿por qué no?

Al grano. Por lo menos, sé que habrá bolos en El Cuervo (por supuesto, el Limo, siempre), en el Sugoi y el Porben, en la Vieja Banda y en la calle San Antolín, aunque estos salen en el cartel de fiestas, así que no tendrían por qué entrar aquí, pero bueno. 

En El Cuervo, ya tuvimos ayer el psychobilly de The Monioz, con una buena entrada y mucha gente a la que se la veía con alegría y ganas de más. Hoy, sábado 9, tenemos uno de los platos fuertes, con el esperando bolo de los locales Monotonos, el de arriba te lo anuncia y apunta con el dedo, por si no te habías enterado, y te dejamos el cartel abajo porque es el más inmediato, por si te quieres apuntar. Ya entre semana, el miércoles 13, llegará el rock and roll de los gasteiztarras Zero y el jueves 14 más caña con actitud con los bilbaínos Huracan Rose. La traca final del segundo fin de semana llegará con los bolos de Los Men, Tío, el viernes, y Txapajo, el sábado. Que yo sepa, los dos bares de la esquina entre Juan de Garay y Zaballa, Sugoi y Porben, se han unido para montar el bolo de William, voz en Los Brazos, que tendrá lugar el 14 de julio, pero no sé si habrá más. Hay pinchada de vinilo programada, eso sí, para este mismo sábado, a cargo de Lokal Bubbles, en el mismo Sugoi, donde esta misma semana, en lo que podía ser un adelanto de fiestas, se presentó el libro Disonancia Social y luego hubo bolo a cargo de Al Karpenter, que fue lamentablemente censurado por la autoridad municipal. También parece que, al menos, habrá un bolo en La Vieja Banda, a cargo de Tavern Keeper's Sons, el 15 julio. Y, por último, en las cercanías del Eguzki, en la calle San Antolín, habrá un pequeño escenario con varias actuaciones, todas ellas recogidas en el programa oficial (donde, por cierto, también te puedes encontrar algo de rock and roll), y de la que solo recogemos la de Meibi y los Vietnamitas Blancos, que, en su momento, también solían aparecer en las listas del FestiBar. Si hay más, que probablemente los haya, no me he enterado. 

Lo dicho, a disfrutar. No sé si es el FestiBar o no, pero la música es música, y de cerca, es mejor aún. Lamentablemente, aunque no importe mucho, después de decirte esto, también te cuento que aquí nos perderemos todo lo que ocurra a partir del 14, pero, lo que podamos, para ir recuperando el ritmo que teníamos antes, vendremos y lo contaremos, por supuesto, empezando por aquí:



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