Wow! Ouh!

 


Por lo que se ha contado, y voy a intentar retorcer las posibilidades para que los sujetos no declaren de quién o de cuántos hablamos, este proyecto nació trasteando. Alguien enchufó un bajo en esa aplicación informática que igual tienes instalada en algún aparato y no te has enterado, y salió todo lo demás. Cuando se presentó, en petit comité, como le gusta al perpetrador hacer estas cosas, sin alharacas y con un fino sentido del humor (ya he jodido el juego de decir cuántos pero no quién) se habló, en los foros públicos, de volumen, plugins, cosas que quizás a ti te suenan como a islas del Peloponeso y a mí también. 


Así que aquí lo único que vamos a hacer es darle altavoz a lo que ha quedado, porque somos así, nos gusta, y tenga el recorrido que tenga, queremos darle un poco de publicidad para que te arrimes al ascua y te quemes a gusto, que es lo que importa, ¿no? 


Si es una trastada, es una trastada que mola. Venga, te lo explico:


El proyecto se llama Ouh!, así, como si fuera una onomatopeya bien directa que te está diciendo, "anda, mira lo que me ha quedao". Son cuatro artilugios y todos responden al numeral que acompaña a un título en común, que es Lorem ipsum. Suena a misa, a qué sí, pero no lo es. Se trata de algo que no te tienes que avergonzar por no conocer, por lo menos yo no lo hago y te cuento que fui a la wikipedia para descubrirlo. Se trata de jerga de expertos, un texto que se suele usar en diseño gráfico para pruebas tipográficas o demostraciones. Proviene de una obra de Cicerón, no de Juan Cicerol, donde se habla de los límites del bien y del mal, que es un tema como otro cualquiera, ¿verdad?, distendido y relajado, ideal para dar lecciones de sapiencia en el Instagram. Estoy tan perdido con esto, y ya nos hemos puesto tanto en evidencia, que tampoco me duelen prendas decirte que alguno de los temas viene con letra, al menos, alguien canta, pero si quieres saber lo que dicen, indaga tú, porque yo no me entero de nada. 


Los temas duran entre 1:45 y 2:28, es decir, digamos que son cortos y a la yugular. Suenan entre el rock industrial, sea lo que sea eso, el punk oscuro, sea lo que sea eso, electrónica, experimentación, punk, manos manchadas de aceite, alaridos misteriosos, ritmos que fagocitan y la luz que nace de que te tienten a bailar y arremeter contra la galbana y la indolencia que siempre se agradece. Que si te digo que pueden sonar a este o aquel quedaré yo retratado y por eso mejor me callo y lo único que te doy es algo más de información general y sin opiniones subjetivas:


Que puedes encontrar los cortes aquí: https://ouhmusic.bandcamp.com/track/lorem-ipsum-3. Y si te metes en el YouTube, encuentras videos de acompañamiento para las cuatro canciones. Todos los vídeos van en la misma línea, la que marcan esas líneas de bajo que obnubilan: imágenes de archivo, y soldados rusos bailando, o algo así; películas de serie B asiáticas y no sé qué más, para qué engañar, pero engancha y te quedas ahí mirando las imágenes y escuchando la música y preguntándote ¿lo qué?

El diseño gráfico o portadas de cada canción también es marca de la casa, un error con h en la línea de lo que te pasa cuando te confundes con el código URL. Es decir, estampas bucólicas de la ría más industrial, acompañadas de imágenes anacrónicas como crónica es nuestra habilidad para no enterarnos de nada y aún así disfrutarlo. Una de ellas, elegida al albur, la puedes ver encabezando esta entrada. 


Vamos, en resumen, que si te gustaba lo que hacía Underworld para Trainspotting; yo qué sé, los Swans y así; si te mola lo que le prepara Andrew Fearn a Jason Williamson; si sabes o crees saber que el punk no es solo Oi! y también puede ser Ouh! pues estos son lo tuyo y lo disfrutarás. Solo hay que ser inquieto y juguetear, ¿no?, ¿a quién coño le gustan las putas fronteras, ya sean en música o en política internacional?

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