Porque el mundo se va a la mierda... ¡toma estreno mundial! Igual lo habías oído ya, porque los rumores se escuchaban en cualquier esquina, que se oía cuchichear a la gente, como con miedo a que fuera verdad. También puede que no te interese, pero yo te lo digo por si acaso: se viene momento épico e histórico con el debut de una de esas bandas de las que has oído hablar aunque no lo hayas hecho, que siempre han estado pululando por ahí, convertidos en algo del pueblo y de la escena aunque no los vieras; algo que entendemos y sabemos todos en el barrio, como pedir siempre a gritos una de Los Roñas en los bolos, como encontrarte a uno del pueblo en Torremolinos y saludarle con un grooo, como ir de paseo por Pasaia, ver una trainera que sale a entrenar, y que te salga del alma y de carrerilla aquello de "ya no quedan peces, solo quedan unas cuantas ratas."
Aquí están por fin Monotonos, que habían seguido ensayando tanto o más que los Campamento Rumano, preparándose para el día en que, por fin, nos deleitaran con su desvirgamiento en escena, al menos para el gran público, porque en fiestas privadas ya se habían asomado. Parecía que no iba a llegar el día, pero por fin ha llegado, y este próximo 12 de marzo, a eso de las 20 u 20:30, que seguro que se hacen los remolones, estarán en el Shake! de Bilbao, acompañando a los Lokers, para una velada que promete sorpresas, que igual ni se presentan o resulta que, en realidad, ni existían.
Es broma, sí que existen, y para saber mejor quiénes son y qué son, antes de que llegue el momento, nos hemos puesto en contacto con uno de ellos, Jon Strummer, uno de los dos guitarristas, el que nos quedaba más cerca. Jon nos va a contar un poco quiénes son Monotonos, de dónde vienen, por qué han venido, cuándo se irán, a dónde se irán si es que van a algún lado y, sobre todo, intentaremos convencerte de que el próximo sábado 12 de marzo ya tienes plan y es éste, el del cartel colorido de arriba.
Monotonos, te lo digo yo, son cuatro, porque si hubieran sido cinco la rima era muy mala, y son los que te digo a continuación. Mikel Weller, encargado del bajo, residente en Sestao, ahí es nada, y conocido mundialmente por su capacidad mnemónica para recordar títulos de canciones de bandas australianas de garaje y reconocer versiones de bandas locales aunque les cambien el idioma, hazle caso que siempre acierta. A la batería está Gari, quien también es el cantante, siguiendo una tradición en peligro de extinción que también se dio en Barakaldo. Nos cuentan que ser es de Santurtzi, ahora vive en Barakaldo, pero pronto se marchará a Urduliz, así que un poco de todo. Toni, por su parte, responde, según ellos mismos, al apodo de "El líder", y me imagino que poco más hay que decir. Vino de Sabadell y ahora vive en Gurutzeta, que, como todos sabemos, es una República Independiente que comparte frontera y línea de metro con Barakaldo. Dicen que es el guitarrista rítmico porque el otro es el arrítmico, y el otro es nuestro interlocutor, el que nos faltaba, Jon Strummer, el único que es de y reside en Barakaldo, de toda la vida, que no se mueve de aquí ni aunque le echen aceite hirviendo por encima, que todo puede pasar porque vive en Rontegi, o muy cerca, y en este barrio no nos andamos con chiquitas. Jon, además de a las seis cuerdas, también le da al acompañamiento vocal, aunque, al parecer, no con mucho tino: "también hago coros, aunque me pierdo cuando los hago, así que mejor no los hago." Hagas lo que hagas, hazlo a tu bola, Jon.
Jon nos cuenta que todo comenzó en 2016, cuando Mikel le invitó a pasarse por el local de ensayo y ver lo que andaba haciendo con sus amigos: "allí estaban Mikel, Gari y Sendoa. Ensayaban sin pretensión," más o menos como ahora. No tenían ni nombre, aunque se lo adjudicarían luego, pero de eso hablaremos más tarde. Jon se dejó llevar y siguió yendo por el local. Al poco tiempo, Sendoa abandonó la banda y se puso a estudiar, lo que seguro que fue una buena decisión vital. Los demás siguieron y, según nos cuenta Jon, "al de unos pocos ensayos surgió nuestra primera canción, "Feeling Good", donde, originalmente, hasta metíamos armónica." Si nos fiamos del título, parece que se lo pasaban bien.
Por aquel entonces, ensayaban por la Alhóndiga, pero Jon nos cuenta que no les salía a cuenta, y el pareado es gratis y gratuito. Por economía, se trasladaron a su local actual, más cerca de la ría y de la algarabía industrial, en el barrio de Asua. Ya hemos avanzado, sin percatarnos, hasta 2017 y falta poco para que aparezca Toni. Avisa de que toca la guitarra, le invitan a los ensayos, y poco a poco se gana el apodo y la formación actual ya está asentada. Cinco años después, por fin, se van a consumar.
Vayamos por partes. Nos cuenta Jon que, al principio, se limitaban a tocar versiones de punk y rock and roll, pero que, con el paso del tiempo, "las versiones quedaron relegadas en favor de composiciones propias." Ahora, en el repertorio, todavía quedan un par. Tendrás que ir al bolo para enterarte, pero ya te digo que van desde una de la banda punk primigenia de un conocido irlandés hasta un clásico del indie estatal. Esa mezcla se encuentra en la misma esencia de la banda porque, como nos cuenta Jon: "digamos que en el grupo hay una sección más popera e indie, y otra más punk y acelerada." De hecho, si quieres que te hablen de influencias, no te lo van a poner fácil, porque se mantienen en la mezcla y la indefinición, como hay que hacer, e incluso nos vacilan: "El estilo que hacemos es muy variado, no está definido. Al que me sepa decir qué hacemos le invito a unos conguitos." Cacahuete tostado cubierto de chocolate, mmmm, qué más se puede pedir. Pues por pedir, se puede pedir un mínimo de seriedad. Así que mano al mentón, cambio la voz, y le pregunto a Jon por el proceso de composición, no el de los conguitos, claro, si no el de sus canciones: "Normalmente alguien empieza con un riff, y los demás metemos algo que pueda complementar bien, luego Gari se inventa una letra improvisada y ya tenemos una canción. Así han salido unas cuantas y otras que están metidas en un cajón esperando a que algún día nos acordemos de ellas y las retomemos."
Ahora sí, cerramos hablando del nombre de la banda, que, como confiesa Jon, "no le gusta a casi ninguno, jeje." Pero tiene su historia y eso le da un valor añadido. Jon nos cuenta que "viene de la época en la que ensayaban en la Alhóndiga. Iban siempre sin nada preparado de casa, y se podían tirar 15 minutos con el mismo acorde o nota." Bueno, digo yo que así empezarían muchos. Muchos de esos que luego han conseguido hacerse un nombre en el noise rock, sobre todo. Jon sigue contándonos: "Un día, cuando llegaron al local, vieron en la puerta que alguien les había escrito: MONOTONOS: principios, finales, y riffs para subnormales." El propio Jon, cuando le invitaron al local tiempo después, vio el mensaje, preguntó, le contaron, se echaron unas risas y decidieron apropiarse del término, igual que los chicanos de César Chavez se quedaron el insulto para ellos, como fuente de orgullo, y ya está, nombre adjudicado. Además, como explica Jon: "aquella forma de tocar no había cambiado."
Que no me lo creo del todo. Y lo tendremos que averiguar la semana que viene. Te lo repito: 12 de marzo, sobre las ocho de la tarde, en el Shake! de Bilbao. Monotonos y Lokers en concierto. Los primeros, por ahora, no tienen Facebook, ni bandcamp, ni vergüenza alguna, así que nos pusimos en contacto con ellos. De los Lokers, que sacaron un recomendable disco el año pasado, sí puedes encontrar más cosas en la red, y como con ellos no hemos hablado, por si te quieres informar, te pegamos enlace y un vídeo aquí mismo, justo abajo.
¡Estreno mundial!, qué más se puede pedir que ruido sutil para amenizar la hecatombe total.
Pincha aquí, sobre el nombre de la banda, para ir al bandcamp de Lokers.
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