Te describo el objeto (físico) con todo lujo de detalles: un siete pulgadas envuelto en una carpeta de un verde que recuerda al fieltro de paño de una mesa de billar. Encima, el rojo chillón que anuncia el título y las letras con el nombre del artista enmarañadas, con la araña colgando de la t y echándose un pitillo. ¿Qué pone? Beware of en rojo y en la telaraña, Captain Trasho. En contraportada, viene una fotografía recortada del artista anteriormente mencionado, nos imaginamos, con el pie en el bombo de una batería que no parece estar montada, igual que no parece estar enchufada la guitarra, aunque haya amplis Fender que lo escoltan. Al robado le han dibujado unas moscas de tebeo en las partes nobles del capitán, quien aparece con pasamontañas en ristre y, al parecer, está felizmente gritando: "¡Desafinar! ¡Desafinar!" La foto, dicen los créditos, es obra de Jaime López. La letra pequeña también nos cuenta que todas las canciones son del Captain Trasho y que el artefacto que estamos describiendo ha sido producido al completo por Iván Ferro en los Kollapse Stvdio de Lugo, donde trabaja el mencionado Ferro, músico también. En la parte inferior, se puede ver a un pollo decapitado dentro de un círculo, que ejerce de icono de Indomable Juventud. Justo debajo del círculo donde sonríe el pollo se anuncia este disco como su referencia 000. Al otro lado, desde Sweet Mary Records también declaran su participación, esta vez con un árbol florido que promete buena sombra. En esta ocasión, las cuentas nos dicen que ésta es la referencia 002.
¿Con todo esto qué te he querido decir? Pues que eso es lo que estábamos escuchando esta tarde y lo que, esta noche, se nos ha ocurrido que bien podíamos contarlo aquí: Beware of de Captain Trasho. O, quizás, Beware of Captain Trasho de Captain Trasho, que esto de las preposiciones siempre me hace dudar. Y, el caso, es que nos ha entrado muy bien, fresco y sabroso, como orujo en vaso de tubo cuando no tienes sed, como cuando la bebida azucarada gaseosa de turno se te va por la nariz, como vestirte de arlequín para ir a la Comic-Con.
Cinco canciones entran en estas siete pulgadas, te lo digo ya. Dos en la cara A y tres en la cara B. Probablemente, entre ellas, la más larga, "Didn't Like It", y la más corta, "Bring You Down", son las de desarrollo más sencillo y plano. La primera suena bruta, casi a demo y demuestra de qué va la cosa: el Captain Trasho es un "one-man band" que se dice en inglés, lo que en castellano llamábamos antes un hombre orquesta. También se incluye una instrumental, la última del lote, "Trasho Theme", que se mueve por el rock and roll con inflexión surfera, aunque decir eso sea muy fácil y manido, ¿verdad? Son quizás los dos temas que quedan los más logrados del disco, donde, que no lo había dicho hasta ahora, Captain Trasho se desliza con paso firme y sin ceremonias por las veredas resbaladizas del punk y el rock. El resultado, en mi opinión, suena fresco, irreverente, natural y sugerente. En "I Can Do", creo que le canta al potencial para hacer lo que sea, con un patrón de guitarra hipnótico, dejándola sorda para contrastar, hasta con coros o algo parecido y un final ligeramente desatado que cierra el recorrido con medio tirabuzón. Pero, si me pides que elija, que no me lo has pedido, yo me quedaría con "Searchin' for Fun", que, por el título, ya sabes de qué va. Y va en el formato de arrebato instantáneo de punk con melodía que mesmeriza. Una canción pegadiza, con la energía en bucle, de las que punzan por la cadera.
Y, eso, que había que contarlo y compartirlo, que otra lo hizo con nosotros y nos quedamos muy agradecidos. Aquí hay jugo, canciones como huesos de sustanciero. Se me ocurrió pensar que se te podía pasar sin que te dieses cuenta, porque Lugo igual te queda lejos y, por eso, por si acaso, pues te lo hemos querido dejar aquí explicado: Captain Trasho, repito. Ale, al tajo.
Comentarios