Venga, va, lo digo: sí, esto salió en diciembre de 2020. Si tardamos un poco más, nos pillan con nuevo trabajo porque están en el ajo, creo, que hace poco les leí hablar sobre ello. "Pello, saca el patxarán que estos chicos tienen sed." Me la suda un poco el tiempo, ahora que va tan lento y hasta parece que eso también nos lo confiscarán perimetralmente. En mi mente, la entrada llevaba tanto tiempo en barbecho, (de hecho, ya estaba hecha) que había que sacarla sí o sí, mejor así, aquí, y ahora, que antes de que el leopardo acabe el salto y se nos lance a la yugular. Así que, pase lo que pase, vamos y lo decimos. Lo escribimos, vamos.
El trabajo se titula 5.04, si no me equivoco, porque es lo que duran las dos canciones que van dentro. Una, "Vértigo", ya estaba en Rara Avis, de 2019, el segundo trabajo que publicó esta banda. Bueno, en realidad, igual lees por ahí que era el primero y es que fue el primer larga duración de Huracán Rose, que no la había dicho aún, pero sí, es la banda de la que hablamos. Antes, sacaron un Canciones bélicas para días de paz que, vale, era un ep, pero de esos que llevan un buen número de surcos en la rodaja, hasta cinco, y por lo tanto, a nosotros, llámanos lo que quieras, nos parecen tanto eps como lps porque somos así, que si usamos GPS acabamos en Zagreb cuando queríamos ir a Pasajes, como aquella señora belga que buscaba la estación de trenes de Bruselas y voy a dejarlo aquí que si no me paras llego escribiendo hasta la playa de Trengandín. En fin, que termino diciendo que de ambos trabajos, Rara Avis y Canciones bélicas para días de paz, ya hablamos en este blog, pero no te pongo los links. Si quieres, busca tú en el cajón y encontrarás las entradas entre los calcetines y la ropa interior. Lo que decía, que en esta nueva publicación, se encuentra esa canción, que revisaron para la ocasión. Y, por el otro lado, puedes escuchar una nueva: "Van a por ti", grabada en agosto del año pasado en Silver Recordings, de la mano, como no, de Martín Guevara.
Así que, eso, un 7 pulgadas con bonita portada y dos canciones bajo el envoltorio, que estrenaba la colaboración de los bilbaínos Huracán Rose con La Familia Revolución, sello independiente de reciente creación, con sede en Barcelona, si no me confundo, que en su corta andadura, ya ha alcanzado acuerdos para trabajar con proyectos tan interesantes como los que representan el hard-rock psicodélico de James Vieco, el surf de Tío Salamanca & Los Huesos o el stoner instrumental de Mexican Cuco. Parece, fíjate, que en mayo sacarán el esperado nuevo trabajo de los vizcaínos Yao!, grabado recientemente en Gaua. Sin embargo, por ahora, lo que nos importaba era estos cinco minutos y cuatro segundos de brinco felino detenido que habían puesto en circulación.
"Vértigo", como he dicho antes, se alicató con una nueva línea de bajo, según creo que les he oído o leído contar, y se masterizó de nuevo. Se nota, probablemente, una luminosidad mayor, pero ya tenía ese dinamismo que embelesaba en el original, con las guitarras claras y directas jugando a malabares, a atarle las ligaduras a la camisa de fuerzas de la letra, que no es una imagen que yo me esté inventando porque ellos mismos la usaron para el vídeo con el que presentaron esta nueva toma. Es "Vértigo", desde mi dudoso punto de vista, una canción de esas que lo mismo te hacen un butrón y te roban la conciencia, que sirven, al contrario, de confesión firmada, porque yo la utilizaría de prólogo y carta fundacional, si hiciera falta, para concretar y especificar los atributos y propiedades de la banda: elocución poderosa, buena base rítmica, y guitarras enredadas que hipnotizan sin remisión. Tú escúchala, luego ven y lee esto y haz el experimento. Verás como no puedes evitarlo. Es que alguien diga algo que te recuerde a ella y en el fondo de tu cabeza tú escuchas como un soniquete: ¡vértigo!, purururubruruburu (guitarras), ¡vértigo!... (Si querías que alguien te lo hubiera explicado sin hacer el ridículo, aún estás a tiempo de parar aquí y marcharte a la Pitchfork, por ejemplo, a esperar que un profesional te lo cuente mejor).
Para la cara B, se sacaron una rareza, "Van a por ti", y déjales que vengan, donde incorporan alguna guitarra a cargo del productor Martín Guevara. Y se nota en los pliegues, en las capas, en un relieve más espeso que, sin embargo, mantiene intactas la inmediatez y urgencia que les suelen caracterizar. Se me da mal, ya lo he dicho mil veces, eso de los parecidos razonables, pero, no puedo evitarlo. En esta canción, les reconozco cierta semejanza con tres bandas locales (sí, tres, y podría decirte exactamente dónde y por qué) que, probablemente, si me ayudara del psicoanálisis, convendríamos que las menciono tanto por lo que veo de ellas reflejado en Huracán Rose como por las ganas que tengo de que vuelvan y me taladren el cerebro. Me refiero a Porco Bravo, Tiparrakers y Pomeray. Un bolo a pachas entre estas cuatro bandas traería más alegría y algarabía a mi espíritu dolorido que cualquier otro placebo en viales musicales. La canción, sí, la describo: corta, con una estructura renovada e innovadora, donde el estribillo, si es la referencia al título, no se lanza hasta el final, siguiéndole la estela a las guitarras e invitando a que el cantante (ya lo veo en el directo) se lance al baile y a la invocación. Antes de eso, entre estrofa y estrofa, instrumentación, el puente con significación, y llega la explosión final, mientras se ha ido presentando una viñeta lírica con referencias urbanas. Si te digo la verdad, se queda hasta corta, pero gusta, gusta que se perviertan las normas convencionales, sobre todo, si el resultado es fresco y eficiente.
Y una vez regurgitado todo esto, solo me queda añadir que se les nota progresión. Se nota en todo: en la firmeza de las canciones, en la ejecución de las mismas, en todo lo que acompaña a la música, incluyendo la estética del arte y el potaje de las letras. Pero, sobre todo, se presiente que vendrán cosas mejores. Uno, que soy yo, no puede evitar pensar que aún no han escrito ni compuesto todo lo bueno que podrán. No me preguntes cómo lo sé porque ni tan siquiera sé si lo sé. Sé que se llaman Huracán Rose, que sacaron esto hace un año, que ahora vengo yo y malamente lo desbasto, y eso sé, que no sé más, excepto que es mejor terminar aquí y ahora. Probablemente, leer esto te lleve más tiempo que escuchar el single, así que, ya sabes, no vuelvas a cometer el error y zámpate otra vez, mejor, lo que ellos te cantan.
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