Fiasco Review!!: Berserker de The Hammer Killers



Los que ya conocen a The Hammer Killers no se habrán sorprendido con este nuevo trabajo. Son ya quince años de carrera, más o menos, y Berserker no es ni el primero ni el segundo ni el tercero ni el cuarto si no el quinto trabajo que publican aunque puede que me haya confundido al contar por mucho que haya escrito hasta el último número ordinal que creía necesitar. Ordinario que es uno, que quiere ser original y no llega más lejos, pero viene a ser cierto lo que he dicho, eso sí: a nadie habrá sorprendido este disco porque el directo y lo que ya habían dejado antes grabado servían de garantía. Aquí hay la misma letanía que te contenta el oído y parecida contundencia para trepanarte la sesera. En román paladino: rock and roll del que suelen llamar duro, pero en inglés, y matices metaleros, todo articulado con esa voz nervuda, pelágica, que tiene además un fraseo exclusivo, que suena a arenga exaltadora del druida de la aldea el día que empieza la batalla final. En serio, Berserker:

Grabado en los estudios Chromaticity, el disco contiene diez cortes, más bien diez tajos hondos, tajantes y fornidos, como el guerrero vikingo que le da título al disco y a la primera canción en la lista. El mismo que ha incluido Iñigo Arr en su diseño y que parece salir de la niebla densa en la primera canción y, por poco, consiguen contenerlo en los límites de la ilustración.

Voy a empezar sin orden. He leído que Kapi Guarrotxena compuso "Virunga". Y que en el estudio participó con un solo. La mitología vikinga que servía de inspiración para el contenido y el tono de la primera canción se transforma aquí en atención dedicada a un parque nacional en el Congo y la lucha de guardabosques, cuidadores de gorilas y periodistas contra la guerra armada, los cazadores furtivos y la avaricia de las petrolíferas. En realidad, el disco entero tiene esos virajes, al completo gira entre lo histórico y lo inmediato sin substraerle a ninguno de ambos su significado y trascendencia. Así, lo mismo hablan de Anne Bonny que de trifulcas de bar con consecuencias contenciosas. Hablar de la famosa pirata del siglo XVIII no parece ser caprichoso ni casual, igual que tampoco parecía un antojo el relato legendario de los guerreros intoxicados. "Anne Bonny" cuenta con coros femeninos mientras la canción sigue la singladura del galeón que pilotan guitarra y base rítmica. La canción se abre con esa famosa frase que se supone que Bonny le dijo a Jack Rackham, el pirata que la rescató de la vida ordinaria con su anterior marido. Se lo dijo, al parecer, cuando iba a ser ahorcado. Ella no lo fue, porque la ley impedía ahorcar a mujeres encintas. Pero, al menos a mí, la frase me recuerda a aquella que dice la otra leyenda que su madre Aixa le espetó a Boabdil cuando abandonaba Granada camino del exilio: "Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre". La de Bonny le da una vuelta significativa a los roles de género, igual que el hecho de que los Hammer Killers la elijan a ella y no a cualquier otro barbudo filibustero con pata de palo, parche en el ojo y, ya sabes, un loro sobre el hombro, lo de siempre, también, desde mi punto de vista, significa algo, lo que sea. Hay otra canción que sigue el patrón de la dedicada a la pirata, pero, esta vez, para un personaje más reciente: Lemmy Kilmister. Los Motörhead son una influencia innegable e innegociable en esta banda. La canción "Rickenbastard" se aproxima a la biografía del bajista, dejando que el legado musical penetre la canción. Destaca la bruma que levanta el bajo; una tormenta irrefrenable que sirve de perfecto homenaje.

Más: "Evolución de la destrucción" cuenta, al parecer, con la colaboración de Pedro J. Monge y Carlos Escudero de Vhäldemar, y consiste en cuatro minutos demoledores con las cuerdas y la percusión, bien compenetrados, apisonando la composición. En la línea de "Berserker", igual que "Demoledor", canción que sigue la estirpe, pero acompañada con risas locas, explosiones y otros efectos que le dan un toque más corrosivo y vandálico. "Golpes duros, cortes profundos", según ellos mismos han confesado, es un acercamiento personal a la realidad más cercana e inmediata, Alsasua y los más de mil días que han venido después, resumidos aquí en cinco virulentos minutos, en los que el estribillo expande las consecuencias. "En el nombre de sus dios" se abre con una intro más larga y expectante y se desarrolla, después, sobre líneas más cortantes. Los frenazos parecen la tortura de la conciencia. Se distancian, aquí, aunque sea un poco, de la raíz más metalera; tendencia que se confirma en "Mi camino", con un toque más rockanrolero, menos densidad, más ligera y accesible si accedes a la música de esta banda desde las reinos colindantes, como me pasa a mí. Permanece esa manera de cantar, salvaje, indomable y profunda, pero, igual que ocurrirá en "Fast and Loud", se demuestra que la banda no se deja maniatar por las convenciones de un solo género y recorre con energía el territorio amplio del rock and roll. Precisamente, la última que hemos mencionado, incluye sustantivos como "martillazos", adjetivos como "demoledor" y menciona a Motörhead, acercándose más a un escenario realista, con lo que consigue que todos los temas recogidos antes, con fugas más fantásticas o referencias más objetivas, queden aquí acumulados a modo de conclusión aclaratoria.

Los Hammer Killers son reconocibles. Intensos y contundentes en su arquitectura musical, rectilínea e inapelable. No suele haber cambios efectistas en busca del clímax porque este lo alcanzan y estiran desde el primer acorde. Acompañado por una manera especial de cantar, en largas líneas de frases completas que se alargan con una elocución vehemente donde los coros retuercen lo justo, cuentan historias, algunas más simbólicas, otras más despejadas y directas, que los puentes instrumentales invitan a completar con una lectura personal. Todo esto ya lo habían hecho antes, pero no se repiten. Suenan frescos, naturales, sin aditivos, sin cautelas, sin trucos. Si te atrapan, no digo que te lanzarás a la batalla medio desnudo, como los guerreros vikingos, pero no te hará falta el beleño negro ni el cornezuelo del centeno para alucinarte y disfrutar. Ellos son el beleño negro, el cornezuelo de centeno, los Hammer Killers de Bermeo, vamos. 

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