Vinnie Vincent Registered Trademark



Vamos a ver, yo lo que leí o entendí fue esto: por sorpresa, una tercera banda en el cartel del día en El Tubo de Barakaldo, en una nueva sesión del FestiBar. Se llaman Vinnie Vincent Registered Trademark y aparecía como de Arratia/Vitoria.

Y ahora vamos a ver, yo lo que vi y no entendí, para qué nos vamos a engañar fue esto: dos tíos, me imagino que uno de Arratia y otro de Vitoria, que cogieron la barra diagonal que separaba los dos nombres de sus pueblos en el cartel digital y nos la clavaron repetidamente en los ojos y los oídos. Uno rasgaba la guitarra de espaldas, más atento a su portátil que a otra cosa y, de vez en cuando, le pegaba con el puño a un pedal que tenía sobre la barra. El otro se quitó el bajo al minuto y se lo dio a un par de tíos del público, mientras cogía el micro y se lo metía por la boca y vociferaba ruidos guturales, aparentemente, sin sentido alguno. Con el mismo micro, también frotaba las cuerdas del instrumento de su colega. Todo esto lo hicieron como durante cuatro, cinco minutos. No sé. Cuando explotó, terminaron agarrándose las muñecas en alto y gritando ¡Berri Txarrak, gracias!, a pleno pulmón y parecía que con sarcasmo. 

Creo que a esto se le llama noise core, pero puedes partirte el ojete conmigo y llamarme de todo, porque sí, soy un ignorante completo en esta parcela. En esto de las músicas extremas, creo que se dice así también, las etiquetas suelen decir mucho y yo no tengo ni puta idea. Los dos tíos de Vinnie Vincent Registered Trademark, al parecer, eran los encargados de la gala que venía luego y, al mismo tiempo, miembros de bandas como Mutilated Judge y Obliterated Swarm, que no conozco, pero su merchan se vendía ese día en El Tubo. Hubo bocas abiertas, sí, hasta gente que se quedó pálida. Unos huyeron, otros se dejaron atrapar por el abismo. Lo mismo esto tiene su aquel. Que yo no se lo vea, me imagino que no significa nada. 

Y nada. Eso fue todo. Con la canción que empezaron, porque creo que solo fue una o igual el concepto de canción como tal no cuadra en este género, se acabó el bolo. Y el mío seguía allí, sobre los hombros, así que bien. Qué ostias. Nunca está de más conocer cosas nuevas, ¿no? Parezco tonto, no lo sé. Aunque, después de esto, lo siguiente en el rango de emoción sea probablemente hurgarme en la nariz con una broca de puntear de 30 mm. 

No tengo imágenes, cuelgo el cartel. Y lo digo aquí también: no iba a escribir porque me toca las pelotas escribir sin tener ni puta idea, que es lo que hago siempre, pero con tanta evidencia, sí, me toca las pelotas. Pero una promesa es una promesa: dije que por bolo, por banda, por día, toda la algarabía del FestiBar y si se dice, se cumple.

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