Si yo escribiera tan rápido como ellos tocan, a estas alturas, ya había terminado esta entrada. Te lo telegrafío: su primer disco tiene siete canciones. Una es una intro instrumental que no va al principio, lo que parece, precisamente, una declaración de eso pero en plural. Otra no es de ellos del todo, pero tampoco de Lie Detectors, y en ambos casos lo parece. La primera la cantan en euskera y las demás en castellano, lo que viene a dar un poco igual porque en la mayoría hablan de lo mismo, lo digan como lo digan.
Como ellos con la intro, yo también lo pongo donde quiero y lo digo ahora: estábamos hablando de Desorden y de su disco "Mucho kaos..." o "Mucho kaos y" o "Mucho kaos y desorden". Yo no lo tengo claro, depende de si leo aquí, allí, veo su bandcamp o me guío por la portada de su disco o el lomo de la caja del mismo. La verdad, da igual y casi que mola.
Te voy a contar lo circunstancial, lo que es más fácil de contar porque es solo leer más que escuchar: uno, es una banda de Portugalete aunque no lo son o no lo son del todo, pero tienen relación con el Matadero de este pueblo, que empieza a merecerse un reconocimiento. Dos, han grabado en Lorentzo Records, que no es algo sin importancia, ya que por estos estudios han pasado bandas como sus vecinos de los Flying Rebollos, Hertzainak, Extremoduro, MCD, La Polla Records, Platero y Tú, Doctor Deseo, Los Ilegales, Putakaska, Su Ta Gar o Parabellum. Tercero, si quieres hablamos del nombre y recordamos a los Desorden asturianos o a aquellos guipuzcoanos que grabaron Generación Kaos, hace más de cinco lustros.
Ahora, te voy a contar lo principal, lo que es más difícil de contar porque hay que escuchar y con atención: uno, da igual de dónde sean porque son de la margen izquierda, y a eso recuerdan. Dos, que graben en un estudio u otro quizás dé igual, mientras suene natural casi inevitable. Tres, los nombres iguales no deberían confundir a nadie.
El disco suena como debe sonar el punk hecho con urgencia y convicción: sencillo, puro, innato. Es todo velocidad, cierto, pero también es compacto, macizo, y no es pesado, es ligero, digestible, energético. La música es directa y efectiva. Las letras son concretas y bisoñas. Mucha rima y muy evidente, incluso abusando de los infinitivos, pero no han perdido el tiempo buscando sinónimos afectados en un diccionario de bolsillo. Hablan continuamente de lo mismo: de no encajar, de sentirse rechazado, de defender tu identidad ante lo determinado, lo impuesto, lo preceptivo: "un ser antisocial", dicen, usando el vocabulario propio del punk. Pero suena sincero, visceral, a lo que tienen que decir ahora y aquí. Por dos veces hablan del pelo, de las greñas, y te puede sonar ingenuo, quizás, pero entonces deberías leer el poema "La autopista" de David González, quien puede que jamás sea premio nacional de poesía aunque lo merezca cada año, igual que tampoco ganaría Eskorbuto el de música, que lo hay y aún lo merecen. No pretenden llenar sus canciones con lugares comunes que generen más impacto estético pero suenen aparente y fingido cuando lo canten. Se nota que tocan y cantan desde las vísceras. La voz tiene cuajo, fondo, versatilidad. En "Desorden", por ejemplo, el fraseo es más largo, más elástico, pero luego explota, bien apoyado en el bajo y el suspense que crea la batería con unos platillos que suenan como cristales rotos; frenan gradualmente y aceleran de golpe. La voz no padece con los cambios. Hay coros que recuerdan a Piperrak en "Etsipena", la canción que abre el disco con contundencia, con la advertencia de que la guitarra no va a parar quieta en todo el minutaje, sabiendo amoldarse y moldearse según convenga. "Pues vaya mierda", sin embargo, invita a acordarse de Distorsión, con versos en diálogo y con determinación. La base rítmica derriba a martillazos el tabique de "Rabia y tristeza", una canción precisa, concisa, que te deja con ganas de más. Van al grano, apuntan al corazón: tienen fibra y talento. También margen para mejorar. Y saben elegir dónde fijarse para hacerlo: "Don't Talk" es un alegato al rock & roll como credo y amparo pero también una adaptación muy correcta del "Don't Talk to Me" de GG Allin.
Y, finalmente, te voy a contar lo que no debería contarte: me he escuchado el disco en el bandcamp que acaban de estrenar, sin disfrutarlo bien porque ponía demasiada atención para poder escribir el largo y aburrido párrafo que he cerrado con la anterior frase. Pero ya está: tengo el cedé aquí delante. A partir de ahora, lo escucharé como ellos tocan y cantan, desde el mismo sitio.
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