Black Toska



No he tenido mucho donde mirar. Solo hay dos canciones en el bandcamp y un puñado de entradas en su facebook. Su nombre me llegó porque la vida, a veces, te da sorpresas, que decía el otro. Eso sí, de ellos ya han hablado en Tremendo Garaje, así que no es que pueda arrogarme yo el mérito del descubrimiento. Menos aún, cuando me dieron el descubrimiento descubierto ya.

Hablo de Black Toska

Y ahora voy a hacer una cosa que casi debería hacer siempre, pero nunca lo hago. Ofrecer dos versiones: la larga y la corta. La larga la dejo al final para que paséis de ella los que no queráis ver cómo puedo alargarme y alargarme para hablar solo de dos putas canciones. 

Versión corta:

Black Toska son de Madrid, creo, porque, en realidad, no tengo ni puta idea. Creo que acaban de empezar, al menos este proyecto, y solo tienen un par de canciones en el bandcamp. Por el nombre, la estética y yo qué sé, te esperas algo denso, oscuro, pretencioso y casi que hasta ruidoso, o al menos yo, no sé muy por qué, llegué con esas expectativas. Y llegar con expectativas falsas es a veces cojonudo porque el sopapo que te llevas sienta, de verdad, mejor que el agua cuando tienes sed. "Bleeding Teeth Blues" es una canción hipnótica, con una atmósfera muy especial, pero posee esa cualidad inexplicable para atraparte y obligarte a escucharla una y otra vez. Una base rítmica sólida, un esqueleto consistente, y partes instrumentales inspiradas que producen un contraste muy sugerente si entiendes también lo que cantan. "Last Meal at the Dawn of the Day" pasa más desapercibida, más rápido, aunque dure veinte segundos más y repita el patrón de instrumental en medio y al final, con cuerdas eléctricas y vigorosas. Pero tiene detalles que descubres en una segunda escucha, como cierto aire de soul oscuro, casi gótico, en la última parte cantada, o esas voces implorantes que expresan más que lo que parece decir ese phrasal verb suelto. Me los puedo imaginar ya en directo en El Tubo, hundidos en la oscuridad. Espero que ocurra. Igual que espero ya con ganas seguir oyendo más. Creo que si te gusta la música que juega con la luz y la oscuridad sin más regla que la de usar los instrumentos básicos del rock and roll, también te va a gustar.

Versión larga (y prescindible):

Toska es una palabra, rusa, que definió Vladimir Nabokov y que cuando la aprendes te deja como una niebla fría dentro, en el pecho, que quema porque no calienta pero te das cuenta de que es verdad, de que tú sabes qué es eso aunque nunca hayas sabido ponerle nombre. Esta banda, encima, le planta más tormento aún al hacerla negra. Pero ¡hay el contraste! ¡el contraste! que gritaría un Kurtz al que creo que Black Toska le gustaría si no fuera porque es un personaje de ficción y porque allí en la selva seguro que no tenía estéreo. 

Digo lo del contraste porque la sensación que te deja la música de Black Toska es una, y compleja, que no se asemeja a lo que esperabas con ese preludio. Hay luz en la oscuridad. Cierta esperanza: una pujanza en la música que parece darle abrigo al frío que llenaba el corazón de Nabokov.

Son dos canciones: "Bleeding Teeth Blues", 2:21 de metraje, y "Last Meal at the Dawn of the Day", 2:41, en los que la electricidad y la base rítmica se pliegan a una voz orgánica y abisal, dándole lustre a unas letras que funden lo real con lo imaginario, que es lo mismo que decir la vida misma y lo que nos corroe por dentro. Y ahí está el contraste. En la misma letra y en la fusión entre letra y música. En la vida y en cómo la contamos en canciones. 

"Bleeding Teeth Blues" empieza como si viniera de algún sitio y siguiera hacia algún otro lugar y camina por delante de tus oídos sin intención de parar. Esa energía que ni se crea ni se destruye contrasta con la angustia de las imágenes más tenebrosas y con las emociones amargas, con esa sensación de soledad urbanita, implacable y desesperada. Frases como "it was late at night", con la que se abre la canción, te invitan a pensar en un personaje realista y en una historia narrativa, pero el estribillo habla más de una figura emocional que intenta trasladar un dolor existencial. Lo cojonudo es que el ritmo de la canción aplaca o tamiza todo esto y se te queda en el paladar y en el cerebro. Más aún con esa parte instrumental en el medio, con patrón ascendente: un arrebato eléctrico que se repite al final y realza y encumbra todo lo demás. Esas notas te repujan la cabeza, no sé cómo decirlo. Es una especie de epigrama musical que se te queda tatuado en la piel. En dos minutos y veintiún segundos, con un ritmo macizo y sin aspavientos. Muy buena primera impresión.

"Last Meal at the Dawn of the Day" empieza con voces implorantes que siguen implorando, pero sin perder la dignidad, durante toda una canción que tiene el mismo patrón de instrumental en medio y al final, con electricidad en las cuerdas. Esos sí, añade un aparte melódico, donde con aire góticosoulero, la letra describe una esperanza mutilada. La letra, sigamos con ella, vuelve a trasladar esa sensación espesa de dolor y angustia en un escenario de cercanía y rutina que la música, vamos con ella, la melodía y las partes instrumentales destrozan y construyen de nuevo, dejando los finales sin respuestas completas. Muy buena segunda impresión.




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