Título: Bank Robbers
Banda: Dr Maha's Miracle Tonic
Publicación: 22 de Noviembre de 2016
Discográfica: Folc Records
Pues
me lo he pasado de vicio escribiendo esto. Si ya de por sí escribo sin tener
mucha idea, imagínate cuando te topas con un disco como Bank Robbers de Dr Maha’s Miracle Tonic: swing, doo-wop, jazz,
folk, blues acústico… qué coño voy a decir yo de eso, si todo me suena a
películas en blanco y negro y bares en sótanos de Nueva York. Además, compré el
vinilo, y decidí que el disco debía escucharlo así, ni pistas en mp3, ni
bandcamp, ni leches. El picú dando vueltas y punto. Más divertido aún.
Hay
más, claro: el disco es una puta joya. Probablemente, de lo mejor que se ha
grabado en 2016 por estos lares. Ya lo he dicho; podríamos terminar aquí, pero
no, dejadme que disfrute un ratito más.
Es
el segundo disco de los bilbaínos pero antes que esto, e incluso durante, los
cinco miembros de la banda se han dedicado a tantas cosas que si los proyectos
musicales otorgaran títulos universitarios, estos ya estaban doctorados y cum laude.
Así que no extraña que las canciones sean redondas y que encima estén repletas
de detalles deliciosos. Tampoco sorprende el sonido, tan traslúcido que te
permite meter la cabeza dentro y ver el pecio hundido de todas las canciones. Así
es como descubres la guitarra historiográfica de “Bank Robbers”, una especie de
dixie-doodle a lo Link Wray, en una canción que revuelve en la iconografía de
una Norteamérica con la que juguetean sin prejuicios. Si no, coge y vete de
fiesta al granero y estrena tus botas nuevas en “Dr Band”. “La feria siniestra”
es teatral y traviesa, a mitad de camino entre Tom Waits y la banda sonora de Tiana y el Sapo. “The Scrapyard” revive
al Ry Cooder de Chavez Ravine. El
sonido también descubre pequeños detalles que no existen pero yo me invento,
como un guiño a un popular grupo español de doo-wop de los 80 en “She Stole My
Bike but I Love Her”, una canción que descubre que esta banda tiene algo más
que sentido del humor. Siempre se ha destacado su ironía, y la tienen (“Dreaming
of You” es un buen ejemplo), pero en sus canciones también descubren una visión
particular del mundo en el que el amor se calibra en bicicletas robadas, se
confiesa entre bostezos de amor y se encarna en una declaración de que la vida
es una maravillosa ruina donde la compañía nos libra del descalabro absoluto. Así
entiendo yo “The Wind”, una de esas canciones que poseen una belleza tan
natural como inexplicable.
Este
disco parece demostrar la apuesta acertada por este proyecto: con más presencia
del violín, poco banjo, y con otros instrumentos, como el piano o el saxo. En
resumen, Bank Robbers es un artilugio
de lucidez y delicadeza, de ficciones y confesiones, de pasiones e inspiración
que obliga a más de una escucha: la primera se desliza, la segunda reposa, la
tercera te abduce. Pero una puta joya, ya lo he dicho. Dos veces.
Número de palabras: 500
Escrito entre el jueves 23 de Diciembre de madrugada porque no dormía en casa y esta tarde en el mismo sofá mientras en TNT están dando una película llena de perros en la que aparece Lisa Kudrow.
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