Quizás sea por mi trabajo, pero siempre he tenido la sensación de que el año empezaba en Septiembre. Yo es cuando me propongo ir al gimnasio (no he ido en mi vida), dejar de fumar (no lo he conseguido) o aprender a tocar la guitarra (¿el qué?). Diciembre está bien, la nochevieja tiene su cosa. Eso de entrar al Panorama y que cuando salgas te ciegue la luz tiene su encanto. Pero, no, para mí el año siempre ha empezado en Septiembre.
Así que, inauguramos el año y una nueva temporada. Lo hacemos, además, con varias citas cercanas (en cuanto al directo), y esperamos que algunas de ellas se hagan realidad y podamos asistir: el Satélite T ya nos ha puesto los dientes largos con The Northagirres este mismo fin de semana. Giuda, a los que conocí gracias a Manu el Gallego, también visitarán el garito bilbaíno, igual que aquellos australianos de quienes ya casi ni me acordaba, You Am I, pero que, durante años, fueron los dueños de tres o cuatro canciones que de tanto escucharlas se me quedaron tatuadas en la coclea. Más: ya me insisten en que no nos podemos perder a los jovenzuelos The Strypes, a los que ya vimos, cuando casi que tuvieron que pedir permiso para entrar en el Azkena, hace años. Más: el próximo fin de semana, en Algorta, creo, se han montado algo así como una barbacoa en las Orzak y habrá un recomendable festival de un día con varios grupos de los alrededores que practican música de raíces americanas: Rustyc Music Fest, creo que se llama. El siguiente fin de semana, llega un momento señalado del calendario con las fiestas del barrio. Da casi igual quién toque porque las fiestas del barrio son las fiestas del barrio, pero, en este caso, habrá aún mejores razones para trasnochar cuando se ha conseguido, tras mucho sufrimiento y esfuerzo que agradeceremos materialmente a los responsables, que amenicen nuestras fiestas los históricos e imperecederos Distorsión y una de las bandas emergentes más recomendables, TurboFuckers, quienes, además, andan currándose en el estudio su primer disco. La lista podría ser interminable: '77 este viernes, junto a The Ribbons, Daniel Romano, Jackson Browne, The Jayhawks, Los Deltonos, Marah, Slim Cessna's Auto Club, The Pretty Things... hasta llegar al BIME, del que ya os hemos estado dando la caca, donde Richmond Fontaine pondrán el broche de oro a este inicio de curso. Más: el más que posible regreso de Toni Monserrat , auspiciado, además, por este mismo blog. Y no hemos hablado aún del comienzo de temporada en El Tubo y en otros oscuros locales del pueblo porque no tenemos ni idea que aún no han soltado prenda.
Promete el año, ¿verdad? Los que no prometemos nada somos nosotros. Podemos hacer quinielas a ver cúantos nos perdemos, pero para qué hacer leña del árbol caído si no sabes ni cómo aviarte el hacha. Mejor soñamos ciencia ficción, despiertos o moribundos, como Leroy Kervin, y decimos que vamos a verlos todos y que luego vamos a venir aquí a contarlo para alborozo y aprovechamiento de todos los que os aburrís tanto que no encontráis mejor remedio que perder el tiempo conmigo y por eso os lo agradezco de antemano ahora que empieza el año en Septiembre y con él la temporada de conciertos, discos nuevos, merchandising rutilante e igual, igual, hasta me pongo a aprender a tocar la guitarra. Una frase de 85 palabras sin más descanso que tres diminutas comas al principio y dos más al final. Promete el año en este blog, ¿verdad?
Por cierto, sí, el blog tiene ahora página en Facebook: pincha aquí. ¿Por qué? Pues porque no he podido soportar la presión y la insistencia, sobre todo, de mis dos colaboradoras más desinteresadas. Así que podéis encontrarnos en ese mundo interminable y abrumador donde anunciaremos la publicación de las entradas más recientes, como esta misma, y nada más, porque, hasta ahora, no se me ha ocurrido utilizar esa herramienta para otra cosa que no sea para eso.
En fin, esperamos volver a vestirnos de gala para mover los tobillos y los hielos del vaso este mismo domingo por la mañana. Hay ganas ya, la verdad, después de mes y pico de una abstinencia que ha sido aún más dura leyendo y viendo, escuchando a la peña hablar de todos los conciertos, al aire libre, en salas, en bares, en la calle sin pedir permiso, que se han tragado durante fiestas de Bilbao. Me los he leído todos o casi todos, como aquel que encuentra placer en tirar lento de la tirita para que duela más, de verdad. Mención especial a Dena Flows que es, sin duda, mi puto héroe. Le he odiado y amado a partes iguales durante este mes de agosto. Qué capacidad: vaya lista de conciertos, aún más interesantes si cabe gracias a su opinión de confianza y a su mirada caligráfica. Si queréis saber qué paso de bueno en fiestas de Bilbao, más allá de políticos katxi en mano haciendo el paripé y demás farándula veraniegofestiva, visitad su muro de Facebook (joder, sé decir muro ya y todo) y disfrutad. Y ya para acabar con las palmaditas en la espalda y ganarme la vergüenza propia, también enhorabuena a Txarly Romero y los que curran con él porque que un bar o sala de conciertos consiga traer en una semana, aunque sea la semana grande, a gente como Pájaro, Los Chicos, Hendrik Röver, Dead Bronco, Malevaje, Discípulos de Dionisos, Toni Metralla y los Antibalas... vamos, como mínimo es para premio y no precisamente de consolación. Y te lo digo yo que de todos ellos no vi ni uno porque estaba terminando el año en pantalón corto y ambiente familiar, cerca de la naturaleza y con la única música que la que cabía en el aparato electrónico de turno. De vez en cuando, no está mal apartarse de la jungla de asfalto (John Huston, 1950) y del pánico del escenario (Alfred Hitchcock, 1950). Cincuenta tobas me daba yo. Pero en lugar de eso, me dedico a poner en negrita los nombres de las bandas (solo las de los conciertos venideros) y damos por inaugurado un nuevo año musical en este blog que resiste por insistencia más que por resistencia.
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