Llego tarde, pero voy, al grano: no me jodas, ni lluvia ni ostias, mañana, dicen que a eso de las 22:00 horas, en la plaza San Luis, concierto de fiestas de Rontegi, en Barakaldo, Bizkaia, y hay que estar, si puedes, por cojones. Yo te lo pongo claramente en el titular de la entrada y te he recordado el sitio y la hora aquí, que te lo he puesto en negrita. Diré más: yo voy a estar antes porque hay que impregnarse del ambiente festivo y, sobre todo, recordad esto, hay que consumir en los alrededores, incluyendo la txozna de la comisión, que es la forma de conseguir que esto se vuelva a repetir el año que viene. No soy yo mucho de azuzar al consumismo que no soy George Soros, pero esta vez me parece que merece la pena: por las fiestas populares y por los conciertos en directo. No te he dicho ni quién toca, pero qué más da. Da un poco lo mismo, como si toca la banda municipal, una orquesta o, hasta si me permites exagerar, una banda de tributo. Daría un poco lo mismo porque las fiestas populares van de eso, de lo popular, de que el barrio sale a la calle y se ponen un pañuelo al cuello y te transformas en el ser festivo y zalamero con el que soñaba Miguel de Unamuno cuando se ponía tierno en la intimidad. Sé que sueno de un utópico e ingenuo que te cagas, pero qué más da. Es mejor salir así de casa que pensando que todo es una conspiración judeomasónica para bien del mercado libre.
Además, y aquí viene lo bueno, el concierto de mañana viernes no va a defraudar. Por un lado, y para cerrar la noche, actuarán los históricos Distorsión. Parece mentira que con el tiempo que ha pasado desde que en 1988 sacaron Ke Buen Dios sus canciones, ácidas, directas, llenas de humor, cortas y a la yugular, sigan formando parte del paisaje musical. Algunos cuando las cantamos nos retrotraemos en el tiempo, pero, para otros, aún suenan nuevas y urgentes como el primer día. Mucho ha cambiado desde los años 90 pero, como he dicho muchas veces, desgraciadamente lo que cantaban grupos como RIP, Cicatriz, Eskorbuto o los mismos Distorsión sigue resultándonos tan familiar como un guantazo en la otra mejilla. Antes que ellos, y no solo para abrir boca, porque también te la cerrarán para que mastiques bien sus canciones, actuarán los TurboFuckers, dignos herederos de las bandas que hemos mencionado antes pero también de muchas otras. Sus influencias no se limitan a esa herencia más autóctona y a base de velocidad, brío y credibilidad se están labrando su hueco en la actualidad sin dejarse llevar por las prisas y artificios que, muchas veces, arrastran a las bandas que buscan el éxito fácil y rápido. Acaban de terminar su disco y promete. Algunas de esas canciones, seguro que suenan mañana en la plaza de San Luis, y, como no estés a la hora y atento, igual llegas y se las ha llevado el viento. Así que lo repito: no te lo pierdas, ostias, y en la medida en la que puedas, colabora para que el esfuerzo de la comisión y las bandas haya merecido la pena y el año que viene, si cabe, sea igual o mejor.
Gran parte de mis recuerdos musicales van unidos a los escenarios de mecanotubo con una burda lona de plástico como techo. Durante una época, ir de pueblo en pueblo, de barrio en barrio, metiéndote en medio del ska y refrescándote con vasos de plástico de 750 ml (flipa, pero la definición está en la wikipedia) era el resumen de nuestros meses de verano. Veíamos cualquier cosa, desde lo que merecía la pena hasta la mierda más politizada que nosotros descontextualizábamos con nuestra actitud de me la sopla solo quiero bailar pero no como bailan los de Novedades Carminha (entre otras cosas porque, al parecer, nosotros no follábamos tanto y pensábamos en ello como para adentro; era otra generación). Rontegi es ahora mi barrio, pero soy postizo. Yo crecí en una calle del centro, sin barrio aparente, así que iba de uno a otro sin ser nunca del todo, lo que, en el fondo, ha sido una lección de vida. Tengo recuerdos, sin embargo, de las fiestas del barrio que está cuesta arriba. Recuerdos recientes, muy recientes, como la primera vez que vi en directo a Tiparrakers o la primera vez que un tío se me acercó y me dijo, ¿tú eres el de Fiasco Fiasco, no?, a lo que yo respondí con una cara de gilipollas que entreno todas las mañanas frente al espejo. Pero también otros más lejanos en el tiempo: yo estuve en el mítico concierto de Manolo Kabeza Bolo. Recuerdo la verbena y descansar en el Jennifer mientras veíamos en el televisor Las edades de Lulú. Comprar víveres donde Mary y decirle a una chica que quería que yo le dijera algo a un chico que se creía que conocía pero, en realidad, simplemente estaba a mi lado, una frase que podría formar parte de un diálogo protagonizado por Jennifer López: "Si te gusta, díselo tú, si no, dímelo a mí, que a mí me gustas tú." Cuando se dio la media vuelta con cara de asco, le dije al vaso de plástico de 750 ml: "Estaba de broma, cariño, sabes que tú eres la mujer de mi vida."
Cómo ha cambiado la vida, y el barrio, y las fiestas populares y la música en directo. Pero todo sigue mereciendo la pena, así que, te lo repito, si no hay causas mayores, sube hasta la Plaza de San Luis mañana viernes y únete a la fiesta. Si me ves por allí, hadme la pregunta y verás mi archifamosa cara de gilipollas. Gora Errontegiko Jaiak 2016!!
Posdata: Iba a poner el póster del concierto como imagen, pero como ya he recordado todos los datos en mi parrafada, en su lugar, voy a aprovechar y cuelgo el póster de las fiestas que es obra de Joseba Errota, uno de los muchos artistas de los pinceles y las plumas que tenemos en la ciudad y de los que siempre tendemos a olvidarnos. Me molan estos pósters que se dejan de arte moderno y abstraciones poéticas para ilustrar lo que hay que ilustrar: fiestas populares y ya está.
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