Llevo unos cuantos días con el blog en hiato y, más aún, si aceptas, como yo, que la elegía que escribí para Lou Reed fue accidental, torpe y escrita a todo correr.
No tengo mucho que contar. Sobre todo, no tengo mucho que contar si no quiero que lo que cuente dé pena y lástima. No son buenos tiempos para la lírica ni para escribir blogs. Últimamente, en lugar de meterme en berenjenales, que es una imagen que he usado en más de una ocasión en este blog, donde me estoy metiendo es en agujeros negros que dan más vértigo que cobijo.
Hace un par de días, abrí el blog, le di a escribir entrada, vi el enorme recuadro en blanco de fondo, y me entró un ridículo consquilleo en las muñecas. Me sentía como alguien que quiere ver el mar y cuando está en frente del océano se marea. Sentía que necesitaba escribir, hablar, regenerarme, llámalo como quieras, pero algo me paralizaba. Así que cerré la página poniendo el cursor sobre el aspa blanca de la derecha, y me sonreí con cierta ironía al imaginarme lo fácil que sería todo si tuviéramos un aspa blanca sobre fondo rojo para restañar otros aspectos de nuestras vidas.
No había vuelto hasta hoy.
Y no os confundáis. Son las 14:48 ahora cuando tecleo 14:48 y mi único objetivo es que lleguen cuanto antes las 15:00. Eso es todo lo que quiero. No quiero, ni tengo, mucho más que contar. Si eso os suena a música divina, ya tenemos argumento para justificar esta entrada.
De todas formas, también tengo mis arrebatos, mis momentos de lucidez instantánea. A veces, pienso que estoy madurando como si tuviera un brote alérgico. Quizás no sepa hacerlo de otra manera. Y, en esos momentos de débil lucidez, pienso en el blog, se me ocurren cosas de las que escribir, otras que imagino que mejorarían este tozudo proyecto, o simplemente me atrevo a volver a entrar y enfrentarme al vértigo aunque solo sea por el placer de hacerlo. Como ahora. No te creas, todos estos sentimientos tienen banda sonora.
Por ejemplo, dentro de unos días tendré que hablar en público, y no me hace mucha gracia hablar de esto aquí, pero, entre los temas de los que hablaré como disculpa para que el público dormite después de la comida, se encuentran las letras de Richmond Fontaine, el sonido de Calexico o el último disco de Senior i El Cor Brutal. Por hablar, voy a hablar hasta de Dr. Maha's Miracle Tonic. O, al menos, los voy a mencionar, y aparecerán en una bonita fotografía que decorará por unos breves instantes mi lucido powerpoint hasta que la solape otra de Arizona Baby. También voy a nombrar a Jimmie Rodgers, a Uncle Tupelo, a Jason & The Scorchers, Johnny Cash o Howe Gelb. Alguien quizás quiera que le cuente más, pero, si lo hago, desaprovecharé los seis minutos que me quedan para que se cumplan las tres de la tarde.
Ése fue un momento de momentánea lucidez.
También lo fue cuando se me ocurrió que voy a empezar a incluir otros contenidos en el blog, más allá de las rimbombantes crónicas, de mis estudios superficiales sobre alguna canción o de mis arrebatos poéticos. Quiero empezar a publicar algo de ficción, poesía y narrativa corta, que de alguna u otra manera, guarde relación con la música, aunque sea tangencialmente. Tengo ya algún manuscrito que publicaré pronto y bajo pseudónimo, porque todos aquellos que participan no tienen ningún interés en alcanzar fama, gloria ni adulación. Será pronto, supongo, cuando consiga que me instalen luz eléctrica en la cueva.
Igualmente, también quiero empezar a editar y publicar entrevistas a gente que me parece que me puede dar respuestas interesantes. Por supuesto, no voy a dedicarme a esto profesionalmente, así que no esperéis sesudas conversaciones con gente que habéis visto en las portadas de los periódicos, o, al menos, en el mondosonoro. No pueden ser muy buenas las respuestas, si no lo son las preguntas. Y no aspiro a entrevistar a gente a la que entrevistan en otros espacios con mayor audiencia. Elegiré bien a mis presas. Lo haré en los cotos de caza más cercanos, y tendrán primero ellos noticia. Nadie estará obligado, pero insistiré. Ya barajo algunos nombres, pero ni ellos lo saben, porque, como quien dice hasta ayer, ni yo sabía que quería hacerlo. Espero que, con la luz, me instalen también la banda ancha y no tarde mucho en llevar a cabo este segundo plan.
Por lo demás, me resisto a, aunque sea de soslayo, dejarme llevar por más lamentaciones. Además, son las 15:00 según el reloj de la esquina inferior derecha de mi ordenador. 15:01. Y así podría estar todo el día. Pero ya he terminado, mejor lo dejamos.
Como habéis intuido... parón ha habido. La cuenta nueva es solo una borrosa promesa. Pero confiad. Confiad tan poco como confío yo, que ya es suficiente. Suficiente para confiar en que Fiasco Fiasco! seguirá con su testaruda y estéril exploración y que todo lo que aquí he contado hoy, más que nada por aburrimiento y desesperación, se cumplirá. 15:03.
Como les he nombrado antes, termino con una canción que arranco del calendario del youtube, y, si eso, igual nos vemos pronto. Un abrazo a todo el que se pase por este océano tan blanco.
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