Diario burgués de un festival veraniego. Capítulo dos: Esto es lo que quería contar Cameron Crowe

12:26 am.
Oigo el... cómo se llama eso, secador. ¿Secador? Secador, sí. 12:27, secador.

17:29 pm. 
Están dando en la tele la peli esa de Sandra Bullock y el tío que juega al fútbol americano.

No sé por dónde seguir. Ayer, sí, ayer. Buff, muchas cosas. Muchas conversaciones, mucha cerveza, mucha música. Mucho calor. Muchas colas. Mucho rock and roll.

Sex Museum: Grandes. Nunca recibirán suficiente reconocimiento un grupo que lleva 30 años tocando y hacen mejor música que 30.000 grupos que se han hecho famosos desde 1985. Grandes. Y grandes no solo por la música, por mezclar a Deep Purple con Beastie Boys, por el fuzz y la distorsión, y por lo que sea. Grandes porque dieron el mejor parlamento comprometido que yo he visto en un escenario grande de un festival. Música en los bares, claro que sí.

Después llegaron The Sword, demasiado metal para mí, luego M-Clan, demasiado rock clásico para mí, Alberta Cross después, demasiada cola para comprar un puto bocadillo de lomo. 
Lo sé. No he sido muy específico. The Sword estuvo bien. Base contundente de metal y un par de salidas de emergencia a otros estilos. M-Clan dieron lo que pueden dar. Y no hicieron concesiones a lo comercial, lo cual les honra. Nos divertimos recopilando versos de sus canciones. Para bien y para mal. Alberta Cross, pues sí. Suena a colonia para hombre, pero, en realidad, suenan a americana que no hacen los americanos. Y a eso sonaron.

Black Crowes luego. Sin cerrar la boca. El gigantesco escenario del Azkena (podrían haber empezado por recortar ahí) les quedaba hasta pequeño. Clase, como ningunos. Enormes. El repertorio perfecto, la actuación perfecta, mucha barba, camisetas, punteos a tutiplén. Alguno hasta lloró. Muchos dieron por cerrado el festival, y, los demás, celebramos la sonrisa tonta que se nos quedó. 

Smashing Pumpkins. Espera. Yo no voy a decir nada. Espera que le pregunto a una fan: "A mí me parece muy bien que salgan, toquen y se piren, pero que lo hagan bien, cojones." Ya está. Yo no digo más. Si alguien puede llevarme la contraria (no a mí, por cierto, a la fan) que lo haga. Salvó "Disarm", por cierto.

Y después de SP, como decía uno que yo me sé, no me preguntes más, porque se me nubla todo. Es lo que tiene juntarse con estrellas del rock. Eso sí, The Sheepdogs me gustaron y Horisont prometieron, pero no puedo aportar más. Porque lo que porté fueron katxis, hablé hasta en morse y esta mañana me he sorprendido a mí mismo cantando a The Faces en el parque de La Florida mientras tocaban Dave & The Soldiers. Gran mañana. Qué gran forma de despertarse. Y después comer en el Xixilu en buena compañía, y hablar de lo divino y de lo humano. La vida es cara, pero, de vez en cuando, cómo place ponerle esta cara. 

Ya no sé qué quería decir con lo de Cameron Crowe ni cuándo será el próximo capítulo. 

Comentarios

Raúl ha dicho que…
Oiga... Yo no me canso de leerle y de envidiar las farras que, colateralmente, se desprenden de estas crónicas tan suyas...

Yo y mi corazón pop piden audiencia para una noche de directos con sus señorías, kopon ya...
Holden Fiasco ha dicho que…
Buff. Pues luego duelen, ¿eh? Cuando viene el día de vuelta, digo. Y se alargan demasiado. Pero sería un placer hacerlo, aunque luego ya sabes que yo en vivo pierdo mucho.