Lo primero que me echó para atrás fue el nombre. ¿Django
Django? No me jodas. Después, lo que leí o escuché en algunas revistas o en
algunas radios. Porque cuanto más mayor me hago, más reparos tengo a lo
moderno, sea lo que sea lo moderno. Mira para abajo y lee esa entrada que no
tiene nada de gracia, ya verás cuál es mi enfermedad. La misma que tenemos
todos más tarde o más temprano.
El caso es que remedio no tengo ninguno. Así que, al final,
un día, me dije, ni creo lo que dicen las revistas ni lo que escucho en las
radios ni lo que me evocan los nombres, prefiero seguir creyendo en mi limitado
criterio. Enchufé el mp3 a mi rudimentario casette para automóvil y me pasé el
viaje escuchando a Django Django, no me jodas.
¿Resultado?
Mereció la pena. Solo la introducción te pone en evidencia:
sí, vas a entrar en la selva, pero en una selva más parecida a Pandora que a
Tanzania. Yo lo leo al revés: esto es moderno pero no lo es. Viajamos a la luna
en trolebús. Y el resto del disco es algo así. Así que yo me flipo con varias
canciones, y una se me clava en el cerebro más que otras.
Luego se la pongo a ella en el coche.
Y me dice: está bien, pero un poco chapas, ¿no? Pues
resumido. ¿Por qué me voy a comer más el tarro? Tarros que yo me como. Pero me
vale. Y no. Porque a mí no me parece chapas. Y la escucho otra vez: “Wor” y
hasta me olvido del nombre. Django Django, no me jodas.
Comentarios
Para mí, el disco internacional del año y 'Default' su himno. A veces no está mal dejarse llevar por moderneces y por recomendaciones de gente que peina (si las peina) menos canas. Y si no, lee tu entrada anterior...
Salud!!
Posdata: tienes un aire David Beckham en la foto, ¿o yo me drogo?