Este sábado habrá que ir a la sala Rockstar. Veremos los cuarenta y cinco minutos de Porco Bravo, que es a lo que vamos, más aún ahora que están que lo rompen con camisas en llamas que lucen en la fotografía principal del Zarata de Mondosonoro. Puede que si me apuras nos quedemos un rato a ver cómo cierra Hamlet, por aquello de que siempre te dejas llevar por la nostalgia. Al resto de los protagonistas, cuyos nombres, si no me confundo, son Dabelyu (metal), Quaoar (rock) y Shinova (¿pop?), les daremos una oportunidad que, no es que no se merezcan, si no que más bien ni les va ni les viene, porque solo somos dos y total no les va a cambiar la vida porque nos gusten o nos dejen de gustar. A nosotros tampoco, pero oiremos antes de hacernos una opinión, porque, como queda claro, poco sé de ellos.
Aún no tenemos invitaciones porque llegamos tarde, pero al parecer hay una lista escrita a mano donde aparecen nuestros nombres y, aunque suene a chiste, da no sé qué, como importancia, ¿que no?, ahí, en la lista, ya ves tú.
Te lo digo con el corazón en la mano: preferiría ver a los Porco en una pocilga, pero hay que aprovechar las oportunidades. Lo anterior, es un juego de palabras. Me da un poco de grima ver cómo se publicita este acontecimiento en la página web de nuestro ayuntamiento, no porque se publicita, y no quiero desmerecer la ocasión ni faltarle al respeto a los grupos que participan, pero no está de más aprovechar la ocasión para matizar que la visión que se da en ese artículo de la situación musical de nuestra localidad no se acerca ni en los mejores sueños a lo que ahí se hincha hasta que se forma un globo que no sé si vuela pero nadie se puede creer que vuele muy lejos. Ahora, si lo dejo aquí, me podrían tachar de soltarla y luego huír, y si me explayo explicando punto por punto cómo rebato lo que ahí se dice (que tampoco es que sea tanto, pero lo que duele es lo que se evita decir, no lo que se dice), se me va a hacer la entrada larga y anodina y huele a mandarina en esta habitación y me tengo que ir a trabajar. Así que me que supongo que la suelto y me largo, pero estaré presente el sábado en la sala Rockstar.
Por cierto, el cartel es el del año pasado que el de este año no acabo de encontrarlo y se me van los minutos. Así queda mejor el cierre de la entrada, con chapuza.
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