Si algún día leeis la novela de Rubén Martínez titulada Crossing Over os encontraréis, muy probablemente, con una definición de cultura e identidad donde ambas son concebidas como una conjunción compleja entre nuestras raíces y nuestros viajes. Rubén Martínez, nacido en Los Ángeles pero de origen mejicano, describe en esa novela el viaje de la familia Chavez desde Michoacán en México hasta el otro lado de la frontera, pero la novela traspasa lo puramente específico de su argumento para dejar testimonio de lo dificultoso que resulta definir nuestro lugar en el mundo cuando somos producto de una compleja combinación de culturas, costumbres, realidades, incluso virtualidades. Martinez dice: no somos ni el uno ni el otro, somos dos, doloroso y excitante... no podemos ser uno, siempre debemos ser dos y más de dos: la suma de nuestras partes es más grande que la suma total. La traducción es mía. Y para ilustrar todo esto utiliza la metáfora de las estaciones de radio que se pueden captar cerca de la frontera, un espejismo espacial donde la mezcla es tan palpable y natural que deja de ser chocante: las señales de las radios se cruzan y mezclan a Pedro Infante con Johnny Cash y pone la rúbrica: "el ronroneo de Vicky Carr sobrevuela como una armonía fantasmagórica la voz susurrada de Elvis Presley." Y la traducción es mía. Y la imagen la he hecho mía y me ha divertido imaginar un dueto entre Vicky Carr y Elvis Presley.
Todo el mundo sabe quién es Elvis Presley, pero aunque Vicky o Vikki Carr haya ganado varios grammies, tenga una estrella en el Paseo de la Fama, haya cantado para cinco presidentes de los Estados Unidos (estuvo apunto de causar el divorcio de Gerald Ford por el verbo fácil de éste) o fuera nombrada en los 70 como el personaje más importante del año por Los Ángeles Time, no es muy conocida por aquí. Y, aunque nacida en El Paso, Texas, su familia era mejicana y nació como Florencia Vicenta de Casillas Martínez Cardona y algunos de sus mejores éxitos fueron en castellano y los cantó en dueto con Julio Iglesias, Vicente Fernández, Trini López o Danny Rivera.
No, no me ha dado un telele.
Pero me ha llamado la atención que uno de los mayores éxitos de Vikki Carr tenga un recorrido tan amplio que la conecte con Elvis Presley, con Perry Como y hasta con la Dalida de los años 60 en Francia. La historia de una canción compuesta en un preciso momento hace años pero que ha tenido tanto recorrido que emerge como el mejor ejemplo de lo que es la música: una suerte de misterio que fluye, une y eleva, se remonta y avanza sin ningún tipo de prejuicio ni reparo.
Hablamos de "It's Impossible", en castellano, "Somos Novios". Una canción que cantaron, en su día, desde Perry Como, Andy Williams o Jerry Vale hasta Andrea Bocelli a duo con Christina Aguilera. Una canción que, al parecer, escribió por primera vez un músico francés llamado Jack Dieval con letra de Michel Rivegauche y tenía el título de "J'ai le mal de toi". Quería que representara a Francia en Eurovisión, pero no lo logró. Después, la canción se convirtió en "Parlez-moi de lui" y la grabó Dalida en 1966:
Pronto, Al Stillman la tradujo al inglés, le cambió el título, y la cantaron, entre otras, Cher o Shirley Bassey. Ya estamos en los años 70:
Pero aquí no podía acabar la historia. El famoso compositor de boleros de origen maya, Armando Manzanedo Canché, cuyas canciones han cantado desde Frank Sinatra hasta Raphael, pasando por Tony Bennet, Luis Miguel o Roberto Carlos, la cogió, la reescribió, la puso una letra en castellano y la convirtió en "Somo novios", que en Estados Unidos, así, en castellano, para el público latinoamericano, la popularizó Vikki Carr:
Rápidamente, Sid Wayne, famoso compositor para las películas de Elvis Presley, compuso la canción "It's Impossible" que no podía ocultar sus deudas con la de Manzanedo, pero, aunque éste le llevó a juicio por plagio, acabó perdiendo. Perry Como la convirtió en un éxito y Elvis Presley la hizo también suya:
De una una cantante italiana nacida en El Cairo que hizo su vida en Francia, a un chaval de Misisipi que se fue a Tennesee para convertirse en un ídolo internacional, pasando por una cantante de El Paso con origen mejicano, un americano de origen italiano, un mexicano de origen maya, un tejano nacido en New York o una californiana de origen armenio. ¿Qué nos dice eso? ¿Que el amor es universal? ¿Que lo es la música? ¿Que lo somos nosotros? ¿Que el youtube es fantástico para perder el tiempo? ¿Que se me fue la mano? No lo sé.
Todo el mundo sabe quién es Elvis Presley, pero aunque Vicky o Vikki Carr haya ganado varios grammies, tenga una estrella en el Paseo de la Fama, haya cantado para cinco presidentes de los Estados Unidos (estuvo apunto de causar el divorcio de Gerald Ford por el verbo fácil de éste) o fuera nombrada en los 70 como el personaje más importante del año por Los Ángeles Time, no es muy conocida por aquí. Y, aunque nacida en El Paso, Texas, su familia era mejicana y nació como Florencia Vicenta de Casillas Martínez Cardona y algunos de sus mejores éxitos fueron en castellano y los cantó en dueto con Julio Iglesias, Vicente Fernández, Trini López o Danny Rivera.
No, no me ha dado un telele.
Pero me ha llamado la atención que uno de los mayores éxitos de Vikki Carr tenga un recorrido tan amplio que la conecte con Elvis Presley, con Perry Como y hasta con la Dalida de los años 60 en Francia. La historia de una canción compuesta en un preciso momento hace años pero que ha tenido tanto recorrido que emerge como el mejor ejemplo de lo que es la música: una suerte de misterio que fluye, une y eleva, se remonta y avanza sin ningún tipo de prejuicio ni reparo.
Hablamos de "It's Impossible", en castellano, "Somos Novios". Una canción que cantaron, en su día, desde Perry Como, Andy Williams o Jerry Vale hasta Andrea Bocelli a duo con Christina Aguilera. Una canción que, al parecer, escribió por primera vez un músico francés llamado Jack Dieval con letra de Michel Rivegauche y tenía el título de "J'ai le mal de toi". Quería que representara a Francia en Eurovisión, pero no lo logró. Después, la canción se convirtió en "Parlez-moi de lui" y la grabó Dalida en 1966:
Pronto, Al Stillman la tradujo al inglés, le cambió el título, y la cantaron, entre otras, Cher o Shirley Bassey. Ya estamos en los años 70:
Pero aquí no podía acabar la historia. El famoso compositor de boleros de origen maya, Armando Manzanedo Canché, cuyas canciones han cantado desde Frank Sinatra hasta Raphael, pasando por Tony Bennet, Luis Miguel o Roberto Carlos, la cogió, la reescribió, la puso una letra en castellano y la convirtió en "Somo novios", que en Estados Unidos, así, en castellano, para el público latinoamericano, la popularizó Vikki Carr:
Rápidamente, Sid Wayne, famoso compositor para las películas de Elvis Presley, compuso la canción "It's Impossible" que no podía ocultar sus deudas con la de Manzanedo, pero, aunque éste le llevó a juicio por plagio, acabó perdiendo. Perry Como la convirtió en un éxito y Elvis Presley la hizo también suya:
De una una cantante italiana nacida en El Cairo que hizo su vida en Francia, a un chaval de Misisipi que se fue a Tennesee para convertirse en un ídolo internacional, pasando por una cantante de El Paso con origen mejicano, un americano de origen italiano, un mexicano de origen maya, un tejano nacido en New York o una californiana de origen armenio. ¿Qué nos dice eso? ¿Que el amor es universal? ¿Que lo es la música? ¿Que lo somos nosotros? ¿Que el youtube es fantástico para perder el tiempo? ¿Que se me fue la mano? No lo sé.
Comentarios
Otra anédota más: Vicky Carr y Elvis Presley se conocían personamente, del hecho el rey acudió a un concierto que daba Vicky en agosto 1974 en el Tropicana Hotel de Las Vegas y Presley fué presentado a la audiencia.
Saludos