Quién sabe, quizás a partir de ahora, lo de que soy guapo, rico y buen jugador se convirte en una frase hecha en el mundo del fútbol. Pero ya había unas cuantas antes: son once contra once, dependemos de nosotros mismos, la lotería de los penaltys, si perdonas, lo acabas pagando... Y una de ellas es esa máxima que con distintas palabras, viene a decir que bendito problema es para los entrenadores tener a todos sus jugadores disponibles, sin ningún lesionado, y no poder evitar los quebraderos de cabeza para elegir a once.
Aún no he terminado de leerlo, estoy en ello, pero ya puedo avanzar que el libro de Álvaro Heras Gröh sobre la historia de la música popular en Bilbao es una lectura muy recomendable. Una de esas frases hechas del libro de Heras Gröh que se ha quedado grabada en mi cabeza es la idea de que hasta principios de este siglo era difícil disfrutar de la música en directo en Bilbao, pero que desde finales de los 90 en adelante, la proliferación de conciertos ha llevado a Bilbao a los primeros puestos en volumen y calidad de propuestas en el panorama nacional.
Y acabo de darme cuenta de que no hay duda de que es así. Y cuento: el último fin de semana de Septiembre, el primero de Octubre, tenía pensado acudir al DURANWOP, el festival organizado por The Walk On Project, un proyecto inusual del que es aconsejable que recabéis información. Tenía ganas de ver a The Whybirds, Elliott Murphy, Steve Wynn o JC Brooks. Tenía ganas de volver a ver a The Right Ons o a Smile. Tenía ganas de descubrir a Little Fish en The Grave Yacht Club. También tenía ganas de saber cómo son ahora los M-Clan, después de tantos años desde que con unos veinte años o así le pagué la voluntad casi al propio Tarque para que me dejaran verlos en un garito ya perdido de Barakaldo. Eran otros tiempos.
Pues no voy a poder ir hasta Durango para asistir al DURANWOP, al menos, no voy a poder ir el sábado porque tengo un compromiso ineludible. Eso me obligó a mirar otras posibilidades, bien para el mismo sábado, pero sobre todo para el viernes. Y ahí me di cuenta de que Heras Gröhl tiene razón y también me di cuenta de que tengo a todos los jugadores disponibles para jugar el derby.
Porque, a saber, entre el 30 de Septiembre viernes y el 1 de Octubre sábado, puedes optar por ir al DURANWOP si no tienes "compromisos ineludibles" o ver a Los Carniceros del Norte en la FNAC, a Cápsula junto con los potentes Maha y Wires Under Tension, a Torture Squad si te gusta el death metal, a Vetusta Morla con Eladio y sus seres queridos, a Eric Sardinas a 70 kilómetros de Bilbao, a Delorean o a Marah, y Marah en concierto gratuito. Todo eso el viernes. El sábado, con abono, puedes repetir a los pies del Amboto. Pero, además, puedes ver a Split 77 en Zorroza,los madrileños MiniMoon en la FNAC, The Pinker Tones en Bilborock, Sr Chinarro en Donosti, o al bluesero Felix Slim que también anda por Bilbao el viernes. Y si no habías tenido suficiente, el domingo, que es día de guardar, puedes ponerle la guinda al pastel con Kitty, Daisy & Lewis en el Kafe Antzokia.
Visto lo visto, creo que nos quedaremos con un doblete el viernes, probablemente los Carniceros a media tarde y después visita a Bilborock para ver a Marah, que ya será la tercera o cuarta ocasión. Una buena delantera, ¿verdad? Con estos dos, seguro que ganamos el derby, a pesar de que perderme tantos conciertos, vuelva a recordarme que, como se suele decir, lo peor del fútbol son las lesiones.
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