Esto es como cuando, pasado el verano, la televisión se llena de anuncios sobre colecciones por fascículos. Todo el mundo vuelve de vacaciones y hace su particular promesa: dejar de fumar, igual que en año nuevo, practicar una dieta sana, ir al gimnasio, abandonar la cerveza. La mayoría no se cumplen, por supuesto. Pues pasado el verano, tomo una decisión sobre este blog. Visto que el proyecto que comenzó con aquella conversación en el Panorama, tiene visos de no cumplirse nunca, lo abandonamos. Siempre queda abierta la posibilidad de que se retome algún día, pero, en principio, yo desisto. Quedaba por resolver la segunda parte, ¿qué hacía entonces? Y, en fin, finalmente, optaremos por seguir. A partir de ahora, escribiré cuando me plazca siguiendo un esquema parecido al de hasta ahora, proponer una canción cuando me apetezca hacerlo. De vez en cuando, quizás hable de otra cosa, siempre relacionado con la música: conciertos, discos, bares, proyectos, ficción, cualquier cosa. Soy consciente de que la oferta de blogs sobre música es exagerada y supera a la demanda. Éste, además, no ofrece nada nuevo ni especialmente atractivo, así que, como cuando empezamos, las ambiciones son mínimas y los objetivos caprichosos. Me apetece, de vez en cuando, hablar sobre música, y ya está, eso es lo que seguiré haciendo hasta que me aburra de hacerlo. No hago daño a nadie, porque el que quiera tiene todas las facilidades para ignorarme. Visto el número de visitas, ésa ha sido la reacción más común, y me parece normal y cojonuda. Así que, lo dicho. He quitado del título del blog lo de "tres canciones a la semana y por qué" pero mantengo el título por no comerme la cabeza pensando otro. Nos vemos la próxima vez, y que sea lo que Jarvis Cocker quiera.
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