Micah P. Hinson

Hace un par de años tuve la oportunidad de verle en directo. Una sala pequeña donde los domingos los cuarentones divorciados buscan una segunda oportunidad: las cervezas a cuatro euros, paredes de espejo, machacas en la puerta y mucha gente guapa que se deja llevar por el boca a boca de las revistas de tendencias. Mi amigo y yo nos enocgíamos de hombros cuando la pareja que teníamos delante, al parecer recién enamorados a ratos, nos hacía ver a Hinson como si estuviera jugando al tenis. Fue un concierto extraño. Y extraño no es gratuito. Siempre sonriente, siempre fumando, siempre ausente aunque no dejara de hablar. Sus canciones perdieron cierto valor por el runrún de algunos de los guapos y guapas que habían venido solo a hacer presencia. Delicado, ambiguo, con esa voz tan personal que obliga a cerrar los ojos. Mi amigo solo tenía ganas de música. Le gustó cuando el banjo tomó protagonismo. Yo estoy atrapado. Las canciones de Hinson tienen algo magnético que tienen una sola clave para discernir su misterio: depende de ti. Son música en esencia, letras reducidas a unas pocas frases expresivas, una voz desamparada y frágil y el esqueleto de una melodía repetida que, si no consiguen atraparte, te harán el mismo ruido que el motor de un frigorífico. Todo depende de ti, por eso son mágicas, por eso son música en esencia pura: una suerte de lenguaje que comunica misteriosamente cuando el que canta y el que escucha descubren de repente que hablan el mismo idioma y no lo sabían. Las canciones de Hinson son magnéticas. Al menos, para mí. Aunque le lleve seis años, aunque él naciera en Memphis y yo mucho más lejos, aunque él sepa tocar la guitarra y yo no, aunque su vida y la mía no se parezcan en nada, aunque yo no me parezca en nada a él, hay algo en su forma de componer que atrae a mi forma de escuchar. Y eso, en sí mismo, una vez más, es música en esencia pura. Sigo reflexionando. Estas son mis favoritas, la última, la primera y, por lo tanto, para seguir con la tradición, la que recomiendo (y eso que hay versiones o grabaciones mejores).


Comentarios