Fíjate si es atrevida la ignorancia. Iba a empezar hablando de Dan Auerbach y su disco "Keep It Hid" haciendo mención de lo parecida que es su voz a la del vocalista de The Black Keys. Pero... lo mismo que la ignorancia es atrevida, la prudencia es sabia: antes de escribirlo, aunque al final lo haya dicho (siempre poniéndome en evidencia para curar futuras heridas), me he cerciorado. Y, efectivamente, Dan Auerbach, para aquellos como yo que hasta ahora eran muy atrevidos, es el vocalista de The Black Keys y acaba de sacar un disco en solitario: "Keep It Hid". Por lo tanto, claro que se parecía, claro.
Ayer escuche el disco entero dos veces, en el viaje de ida y en el de vuelta y con algunas canciones me paré otras dos. Ya era fanático de The Black Keys y ahora lo soy a tiempo completo de Dan Auerbach. El disco es magnífico: lleno de rincones, de riffs y reverbs (hay un bar en mi pueblo que se llama así) que te hacen volver al principio de la canción otra vez. Creo, en mi modesta opinión, que es más intenso y diverso que lo que hace con su grupo. Hay guitarras, o hay una guitarra, la suya, que a veces suena más psicodélica, más folky, pero siempre franca e impulsiva. El disco tiene toques gospel, soul, bluegrass y demás etiquetas que usaría un periodista musical con oficio y más conocimiento que yo y que nos llevarían a la eterna discusión sobre si lo que hace Auerbach es original o se le ven mucho las costuras, es decir las raíces, del traje, es decir de la tradición. A mí nunca se me ha dado bien discutir, y siempre me ha gustado Eskorbuto, y no es que sea un anti-todo, pero me la trae floja este debate: yo disfruto de esta música sea pura o demasiado pura, sea un ribaibal o no lo sea. Suena apasionante, sugerente, sucia y cuando canta Jessica Lee Mayfield hasta triste, pero disfrutable siempre.
Creo que la canción que suena ahora, no sé si es single o no, es "Trouble Weighs a Ton" con el otro Quine a la guitarra, dulce, acogedora, una de esas lecciones sencillas sobre la vida y el dolor connatural. Sin embargo, yo voy a proponer "Heartbroken in Disrepair" porque me gusta como suena la guitarra del principio, como si alguien encendiera el motor de un viejo Cadillac destartalado hasta que la voz de Dan anuncia una tormenta que parece amenazarle solo a él.
Ayer escuche el disco entero dos veces, en el viaje de ida y en el de vuelta y con algunas canciones me paré otras dos. Ya era fanático de The Black Keys y ahora lo soy a tiempo completo de Dan Auerbach. El disco es magnífico: lleno de rincones, de riffs y reverbs (hay un bar en mi pueblo que se llama así) que te hacen volver al principio de la canción otra vez. Creo, en mi modesta opinión, que es más intenso y diverso que lo que hace con su grupo. Hay guitarras, o hay una guitarra, la suya, que a veces suena más psicodélica, más folky, pero siempre franca e impulsiva. El disco tiene toques gospel, soul, bluegrass y demás etiquetas que usaría un periodista musical con oficio y más conocimiento que yo y que nos llevarían a la eterna discusión sobre si lo que hace Auerbach es original o se le ven mucho las costuras, es decir las raíces, del traje, es decir de la tradición. A mí nunca se me ha dado bien discutir, y siempre me ha gustado Eskorbuto, y no es que sea un anti-todo, pero me la trae floja este debate: yo disfruto de esta música sea pura o demasiado pura, sea un ribaibal o no lo sea. Suena apasionante, sugerente, sucia y cuando canta Jessica Lee Mayfield hasta triste, pero disfrutable siempre.
Creo que la canción que suena ahora, no sé si es single o no, es "Trouble Weighs a Ton" con el otro Quine a la guitarra, dulce, acogedora, una de esas lecciones sencillas sobre la vida y el dolor connatural. Sin embargo, yo voy a proponer "Heartbroken in Disrepair" porque me gusta como suena la guitarra del principio, como si alguien encendiera el motor de un viejo Cadillac destartalado hasta que la voz de Dan anuncia una tormenta que parece amenazarle solo a él.
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