Tinto de Fiasco!!: The Blakes de The Blakes





Cabecera: Vamos a hacer el agosto con la nostalgia más impúdica. Salimos huyendo tan rápido de la rutina que nos trajimos solo de depósito el disco duro del portátil. Así que nos vamos a pasar el verano escuchando música que podríamos llamar antigua, subjetiva y objetivamente. Y en un ejercicio de reciclaje patético, vamos a mantener el chiringuito abierto hablando brevemente (nunca más de 30 líneas) de discos que en su día machacamos y que hacía mucho tiempo que no oíamos. Se nos verán las vergüenzas, pero a quién le importa en esta época de verbenas y barbacoas, ¿no? De etiqueta aglutinadora, un chiste malo marca de la casa pero refrescante: Tinto de Fiasco!!


Esto sí que ha sido una sorpresa. No me acordaba de ellos ni de este disco. No sé quiénes son ni qué carrera hicieron. Nunca les vi en directo. No sé si sacaron más discos. No sé dónde los descubrí ni quién me los enseñó. Pero, por alguna razón, que me imagino que fue única y exclusivamente musical, durante mucho tiempo, quemé este disco de The Blakes. 

Era muy joven y tierno, aunque ya andaría por la treintena, que han pasado unos quince años de esto. Supongo que mi madurez fue muy tardía, pero lo dicho, por hache o por be, bebimos de este disco como si fuera néctar hasta que me embriagué de él. Lo siento, me ha quedado la frase patéticamente poética, pero supongo que no desentona, dado el nombre de la banda. 

Es rock and roll, ¿no? Supongo que alguien le colgaría la etiqueta indie en algún momento. Se parecían un poco a The Strokes, ¿o no? Ni lo sé ni me importa. ¿De qué sirven todas esas cosas? "Commit" la medio petó. Pero a mí me gustaba más esa garganta ardiente en "Two Times", por ejemplo. O la lozanía de "Modern Man". "Don't Bother Me" era picante, recuerdo vagamente. Las palmas abrían "Pistol grip". Voy a elegir "Two Times" y a correr. Me solía poner este disco para ir a correr, que es un dato tan inútil como estas entradas. ¿Otro dato idiota? Recuerdo que cuando iba en autobús a currar en Portugalete, pasábamos por Simondrogas y siempre me obsesionaba el cartel abandonado de lo que parecía una librería que nunca vi abierta: se llamaba El matrimonio del cielo y el infierno. Aunque igual me lo estoy inventando, porque mi memoria empieza a ser demasiado porosa. Las canciones de inocencia y experiencia empiezan a ser canciones olvidadizas, dispersas. Pero The Blakes, no William Blake. Pues eso: ligero y digerible.  


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