A tredias y as meigas





"Nothing is worth analysing --- you learn from 
a conglomeration of the incredible past" 
(Bob Dylan)


Si me hubieran dicho, cuando empecé a escribir en este blog, que un día abriría una entrada citando a Bob Dylan, me habría entrado una risa nerviosa contagiosa, mitad rubor mitad estupor; algo así como si un día me despierto, enciendo la tele, y descubro mi cara en un anuncio de un banco catalán o mi voz en otro de cerveza madrileña.
Pues ahí la tienes, en inglés y todo. Solo para que después expliques tú que el sábado, en aquella sudorífica oscuridad, rodeado de gente, te dio por acordarte de esto y hasta le encontraste sentido. En un momento de aquel pretexto musical, debajo de todo aquel subtexto paliativo, hundido en el fondo de una cerveza: ahí, vi la luz. No hace falta analizarlo, ahora te capto Bob, tío.
El sábado era 30 de Abril y en la sala Santana de Bilbao abrieron la puerta de atrás. En concierto, Los Paniks, Lie Detectors y Novedades Carminha. Dos horas antes de que empezara, aún en casa, decidí acercarme. Por una parte, se lo debía a Dena Flows: ya era hora de que saliera de viaje por la periferia, ¿verdad? Qué mejor lugar que Bolueta, que te da en el metro tiempo como para entablar una amena conversación. Si, además, bajas a la estación y te encuentras con alguien elegante y sonriente que te regala una entrada, y después, ya en faena, te presenta a media banda y te invita a cerveza, pues dime tú si no merece la pena enredarte con citas, palabras y los mismísimos rizos del bardo de (los mitos de) Tuluth.
El concierto fue a tredias, que es como nos repartíamos el tabaco cuando escaseaba el dinero y había que compartirlo todo en trío y racionado. Lo de las meigas viene porque para cuando subieron al tablao los gallegos, yo ya tenía el cerebro que parecía un aquelarre infinito retrasmitido por Canal Plus en codificado.


"... it was the aliveness that was 
the purpose of the rock and roll" 
(Richard Hell)


Salen al escenario y, como que no quiere la cosa, Rioja grita: "¡Despierta!". Toda la energía que tenías convertida en lípido macizo por la cintura se revuelve de repente. Te crece el discernimiento, la percepción, la frescura y hasta, si me apuras, la razón. En otra ocasión, dije que  Los Paniks son primitivos, que son todo ritmo, una genialidad atávica, instintivos, espurios, primarios, taumaturgos de la filarmonía y un montón más de chorradas en vena de esas que me ponen en evidencia porque las pongo por escrito. Pura energía, lo que decía Richard Hell. Los vizcaínos son muy dados a las referencias filmográficas: Jean-Luc Godard, Kirk Douglas, Yojimbo, Spencer Tracy, el ganadero Alvarez Kelly... Me contó Garganta Profunda aka Sergio Rock'n'ramos que el sábado casi les toca hacer homenaje a los dibujos animados del bonachón y cascarrabias ogro verde, pero, al final, se presentaron todos en formación y procedieron a ofrecer lo que saben hacer, y sigamos con las referencias de cinéfilo de barrio para ilustrarlo: guitarras que suenan a Hattori Hanzo afilando una de sus katanas, batería que chirría como la mesa de la cocina donde se refocilan Frank Chambers y Cora Papadakis, y un contrabajo que es al grupo lo que Jane para Travis en Paris, Texas.
Nadie cantará nunca como el Rioja, a mitad de camino entre Johnny Cash y Jon Spencer si eso tiene sentido, como si Mira quién habla la hubiera protagonizado el niño de Resacón en Las Vegas, una especie de invocación a nuestra naturaleza perdida. También esto lo he dicho antes, lo sé. Y lo que digo ahora también: el secreto mejor guardado. Por encima de las ambiciones más míseras del rock and roll; simplemente, lo que decía el Hell: pura energía.


"It is medicine for the soul" 
(James Rhodes)


Si te ves a los Paniks codo a codo con el batería de la próxima banda en subir al escenario y, entre canción y canción, departes con él, y te das cuenta, con solo la primera pregunta, de que es un tío cabal, sencillo, que sabe de música y pasa de los disfrazes que la desfiguran, no lo digas ahora, gilipollas, que si ya la gente duda de tu capacidad objetiva, después de esto ni te cuento. Pero yo, como con el Bob, voy y lo dejo en primera línea para que lo sepa todo el mundo. 
Los Lie Detectors, a los que veía por primera vez, son medicina para el alma, de verdad, que James Rhodes hablaba de otra cosa pero nos viene al pelo. Pelo también tienen los cuatro, mucho, y a mí me da envidia que lo voy perdiendo, pero estas bromas capilares últimamente las repito mucho y no sirven ni de ridícula metáfora. Lo que sí sirve como alegoría es la electricidad y la alegría que te atiesan el cuerpo; la sensación de regocijo, mitad físico mitad inmaterial, que te queda después de ver la descarga de emoción y jolgorio bien entendido que sueltan estos cuatro tíos con la misma naturalidad con la que sudan. Y sudan mucho. Porque no paran quietos. Porque Lie Detectors no van a permitirte nunca, si tienes alma y te gusta la música, que permanezcas quieto aunque seas de los míos, de los que bailan solo con los tobillos. Hacen que la música sea algo somático, visceral, lo repito: medicina para el alma, que si existe, debe ser eso que me cargaron como si fuera la batería del móvil. Preciosa rickenbacker, un frontman de pulcrísimo blanco y de ágiles movimientos, guitarrista de punteos ajustados y aquel batería que además de ser majo de cojones te los aprieta tanto a batacazos que por fin te das cuenta de que los tienes y te activa toda esa energía que los Paniks se encargaron de despertarte.


"All you got to do to join is sing" 
(Arlo Guthrie) 


 Sí, yo creo que eso es precisamente lo que hay que hacer con Novedades Carminha: te dejas llevar, te unes, cantas, te partes la caja, y disfrutas. Si los Paniks eran brío y los Lie Detectors, gozo, Novedades Carminha es la ironía fina, entre resacosa e iluminada, que te queda después de procesar todo la anterior. 
Ya he reconocido que llegué hasta ellos con el cerebro apisonado por los dos anteriores, y, además, cada vez más convencido, pienso que la música, si se analiza, que ya dice Bob que no hace falta, debería ser desde la crítica situacionista, aunque no tengas ni puta idea de quién es Guy Debord (ni falta que hace). Digo esta chorrada porque me da la sensación de que depende dónde te sitúes, así te cambia cómo percibes la música en directo. Al fondo, viéndolos como desde el otro lado del foso, los gallegos no consiguieron que me uniera y me pusiera a cantar. Quizás la culpa es mía (seguro que es mía), pero las canciones de su último disco, que ayer en el spotify gratuito que colgaron en su facebook y yo pinché (aunque casi no sepa ni qué es espotifai ni de cómo funciona el feisbuk), sonaban mucho más apetitosas y sugerentes, no consiguieron alcanzarme de pleno como si lo hicieron, y con puntería, las canciones de las otras dos bandas. 
Aún recuerdo el día que iba yo como aletargado, conduciendo con el ralentí en el cerebro, y pincharon una de las viejas canciones de Novedades Carminha en Radio 3. Casi meto quinta del empalme que me entró: un subidón instantáneo de regreso a mi eterna juventud. Luego, con la infinita, también me enganché. Ahora, habrá que intentarlo una segunda vez, porque dicen que para ser campeón primero hay que perder una final, así que para serlo del Mundo, supongo que los intentos se pueden multiplicar. 
Eso sí, la gente lo disfrutó por todo lo alto, y el comienzo de gira parece que les apunta a una eterna juerga musical. 


"Sigue poniendo citas, gilipollas, 
que ya no hay vuelta atrás"
(My "Baby" Mind)


Después debió de haber pinchada. Allí estaban dos pinchadiscos de los que te puedes fiar si buscas que no te vendan  rock sinfónico de botellón. Yo no me quedé. Me despedí de mi anfitriona, la dejé en buena compañía, y me fui de allí intentando caminar por el medio de la calle para evitar los ecos infernales que pueden salir del culo de un Hyundai Coupé. No quería que me destrozaran lo que yo ya traía de serie en la retaguardia de mi cabeza, repleta de tanta resonancia dulce como confitura que me acompañó, si te digo la verdad, hasta ayer mismo. "¡Despierta!", le grité a una compañera de trabajo, y me puse a cantarle el "Born to Loose" de Johnny Thunders sin acordarme de que, en mi curro, se venera la moderación y las buenas maneras.
Y la carga de obligaciones, que es la única razón por la que he escrito un título tan malo, porque no me lo he pensado dos veces, y un texto peor aún, que, además, ni voy a repasar ni corregir ni releer ni recapacitar. Se me quedan cosas, quitaría otras que he puesto, pero no doy para más, y ya no le puedo robar más minutos al día. Con la misma cacofonía quejicosa de siempre, nos vamos, y como decían ellos: "ya te dije que no volvieras a beber, que en la tragaperras te estás echando a perder, te vas a quedar sin postre y JB." ¿Qué? Quita tragaperras y pon blogspot. Quita JB y pon rock'n'roll. 




Posdata: La foto la he cogido sin permiso ni vergüenza del facebook de HeyHeyMyMy responsables de la fiesta del sábado. Abajo en la esquina izquierda se ve quién es el dueño al que se la he robado. Si alguien considera que no debería haberlo hecho, no duden en decírmelo que la retiro y pido excusas. He elegido esta, sí, porque sale el puto amo de la guitarra y las mochilas de poliester.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Deuda saldada, jajaja...

Citado por segunda vez. Me siento honrado :-)

Dena Flows