Toni Monserrat



Yo esto no lo sabía, porque, vaya por delante, confieso mi ignorancia en lo concerniente al rock and roll facturado en Mallorca. Y ya puestos a confesar, hace falta valor para abrir la entrada con una frase que incluya "concerniente" y "facturado" en veintidós palabras (encima las cuento). Vuelvo a la música: Sexy Sadie, sí, claro, y hasta Sterlin, incluso L.A. o si me pones una pistola de agua en la cabeza, te digo que sí, que he oído hablar de Astrolabio y de Paul Zinnard, y hasta de Odette, pero ni idea de que venían desde las Islas Baleares. 
Ahora mismo, y aprovechando el bandcamp, estoy escuchando a Son & The Holy Ghosts, que también vienen de allí aunque parezcan provenir de un paraje desértico donde el estepicursor rueda en libertad. No son los únicos, porque también a Toni Monserrat se le nota la marca del stetson en cómo se le abulta el pelo en la nuca, y exagero, por supuesto, pero luego me explico. Volvamos, ahora, a lo de la ignorancia. 
Porque a Toni Monserrat le llegué a conocer, aunque no fuera por la música. Fue por culpa de los indios y los vaqueros, y los crooners académicos que se desbocan durante los postres. Pero eso nos lo guardamos para recordarlo cuando nos emborrachemos, ahora nos quedamos con que conocerle le conocí. Eso sí, ignorante de mí, no sabía que hablaba con aquel que cantaba lo de "Al sur de la carretera de Manacor" que luego he aprendido que poco más que fue un himno entre los aficionados al rock and roll de la isla. Todo eso lo he averiguado hace como quien dice dos días. Sabía que a Monserrat le debían 38 pavos, pero ni idea de que él era el asesino del granero o que venía del profundo sur. O sin grandilocuencias pretenciosas: no sabía que formó parte de Murder In the Barn o de The Deep South. Si lo hubiera sabido, no habría cambiado mucho, pero, por lo menos, le hubiera pedido que hiciera alguna versión de The Long Ryders.
Toni Monserrat publicó en Junio de 2011 su álbum 38 Bucks. A su nombre, le añadió las siglas Inc, que ya sabemos que abrevian la nominación de una corporación en los nombres comerciales, pero aquí no quiere más que señalar que Monserrat no es un juanpalomo e incorporó a un buen puñado de colegas para que le echaran una mano. A saber, Simó Vall a la guitarra, Jaume Amengual a los teclados y el piano, Felipe Sánchez al bajo y Jaume Roig a la percusión y batería. Y no venían de estar sentados en el parque haciendo pira, porque, el que no colaboró con Monserrat en alguno de sus anteriores proyectos, ya mencionados, es porque estuvo en otros como BB Sin Sed, Sterlin, Misty Mountain, Sinfónica... o en más de uno a la vez. Es decir, que hay currículo. Por si acaso con ellos no era suficiente para decorar la habitación, Monserrat llamó por teléfono y contrató a una buena cuadrilla de escayolistas para ponerle unas molduras bien chulas al techo: Jason Ringenberg, sí, el de Jason & The Scorchers, Tim Easton o los hermanos canadienses Minnikin, Ruth, ex-The Heavy Blinkers y Gabriel, ex-The Guthries, donde también estaba la hermana, colaboran, marcándose duelos vocales a pecho descubierto o tocando lo que haga falta, pero sin magrear.
Easton colabora en la canción que da título al disco "38 Bucks", una historia de amor que en realidad habla más sobre lo que duele manejarse entre la esperanza y la inercia, probablemente la canción más redonda del disco, con un estribillo que marca el derrotero de la canción y de todo el álbum: imágenes sencillas pero potentes que trascienden su aparente trivialidad. Los hermanos Minnikin lo hacen en "Caroline", la canción más rica en instrumentación, con más juegos melódicos, aunque siga un patrón convencional y homenajee la tradición lírica americana de cantarle a mujeres que hicieron bien con darle al cantante un portazo en las narices. El gran Ringenberg, por su parte, se apunta a un combate amistoso en el que, seamos sinceros, gana a los puntos. "Johnny Supermarket" tiene un aire más country que el resto del disco y cuenta una historia que ya hemos oído sobre viajes desesperados y personajes que luchan contra un destino anodino. 
De todas formas, con eso que dije del stetson, igual pensáis que os vais a encontrar con un imitador de Slim Dusty, y poco hay aquí de eso. Aquí, las raices ya han pasado por el cowpunk, y el día que Dylan se enchufó la guitarra, y han superado las magníficas visiones de Jeff Tweedy cuando era un jovenzuelo. A esas tres canciones, se les suman otras diez que siguen un patrón económico, piano y guitarra acústica sobre una base rítmica muy sencilla, resolutivo, menos de cinco minutos, y evocador, historias aparentemente recurrentes que desprenden misteriosos significados ocultos. Le he oído decir por ahí a Monserrat, y a otros que hablan de él, que era su disco más personal y sincero, por eso, aunque escuches historias de amor en sus diferentes versiones, de pérdida, de ruptura, de culpabilidad, de nostalgia, de esperanza, en realidad, se perciben sentimientos más universales aún que el amor (si eso es posible), como la rebeldía desesperada contra nuestra propia molicie, la eterna lucha entre la voluntad de descubrir y la seguridad de lo que ya descubrimos, la atracción de la imaginación y la brusca conciencia de la realidad, la soledad y la nostalgia como un abrigo sin botones en un día de viento helador (joder, me gusta esta comparación, ¿hago mal en decirlo?, advierto, no tengo copyright, así que, al saqueo). 
En resumen, el disco descubre una apuesta extrema por la sencillez con el ánimo de regresar al instinto más primitivo en el que la música divertía, pero también trascendía y despertaba. Alguno igual se duerme, porque trasnocha, o porque le hipnotiza el ritmo del piano, pero otros, como yo, disfrutarán con los estribillos, algunos apenas esbozados pero reconocibles, las inflexiones dylanianas de Monserrat, y sus historias, incluídas las cartas, que recuerdan al mago de Portland al que tanto le gusta lo que en el Oeste llaman comida vasca, Willy Vlautin. Si mezclas todo eso con bourbon, yo me atrevo hasta a montar en el rodeo.
Un gran trabajo. Para escuchar el disco, si no podéis comprarlo, visitad su badcamp: tonimonserrat. Y para ilustrar esta entrada, no he conseguido ningún vídeo de ninguna de estas canciones, pero, al no haber más, cuelgo un par de vídeos: el primero, Toni Monserrat versionenado a The Ramones, el segundo, Toni Monserrat Inc con Tim Easton tocando una canción de este último, "Northbound".

Con The Ramones:



Con Tim Easton:


Comentarios

Orphans Of Waits ha dicho que…
Buenas, el teclista del gran Toni Monserrat es Jaume Amengual (no Armengol) quein, hablando de Long Ryders, colaborará con Sid Griffin en un tribuot al 70 aniversario de Gene Clark que tendrá lugar el 15 de noviembre en sa Pobla (Mallorca). En caunto a TONI MONSERRAT INC. : ABIERTA CONTRATACIÓN email: orphans.of.waits@gmail.com ; www.orphansofwaitsblogspot.com.es